MÁS DE DEPORTES



AUTOMOVILISMO INTERNACIONAL

Portugal busca volver a la Fórmula 1 en 2027 con una fuerte apuesta por Portimão

La movida apunta a potenciar el turismo y la economía regional.

Portugal busca volver a la Fórmula 1 en 2027 con una fuerte apuesta por Portimão

Portugal acelera fuerte para volver a pisar el asfalto de la Fórmula 1. El sueño de regresar al calendario oficial del campeonato mundial en 2027 volvió a tomar impulso tras las declaraciones del Primer Ministro, Luís Montenegro, quien afirmó que su país está listo para recibir nuevamente a la categoría reina del automovilismo. La sede elegida es el Autódromo Internacional del Algarve, más conocido como Portimão, un trazado moderno que ya albergó dos competencias entre 2020 y 2021.

Aunque la Fórmula 1 aún no confirmó su retorno al país ibérico, el entusiasmo del Gobierno portugués es claro: Montenegro aseguró que se está trabajando activamente para concretar el regreso de un Gran Premio al sur del país. Según indicó, se trata de una apuesta estratégica que no solo busca posicionar a Portugal en el mapa deportivo global, sino también reactivar la economía de la región a través del turismo y los grandes eventos internacionales.

Portimão se metió en el calendario de la F1 por primera vez en plena pandemia, como alternativa ante la suspensión de otras fechas. Las ediciones de 2020 y 2021 fueron un éxito en términos organizativos y de audiencia, y ambas quedaron marcadas por las victorias del múltiple campeón Lewis Hamilton. Ahora, con el calendario 2026 ya cerrado, las expectativas están puestas en 2027, año para el cual las autoridades lusas aseguran tener todo listo para formalizar la candidatura.

Desde Lisboa, Montenegro dejó en claro que el compromiso del Estado será clave para empujar el proyecto. "Vamos a hacer todo lo posible para que la Fórmula 1 vuelva al Algarve", sostuvo durante un acto político reciente. También remarcó que, si bien estos eventos implican un esfuerzo económico considerable, el retorno en términos de visibilidad y divisas lo justifica plenamente.

La Fórmula 1 se convirtió, en los últimos años, en una verdadera vidriera internacional para los países que la reciben. La magnitud del evento, el movimiento turístico y el impacto mediático global la transforman en una herramienta de promoción nacional de altísimo valor. Portugal lo sabe, y por eso redobla su apuesta para recuperar su lugar en el calendario.

En la región del Algarve —una zona turística clave para el sur del país— ya se está trabajando en la logística necesaria para cumplir con los exigentes estándares de la F1. A diferencia de lo que ocurrió en sus inicios, hoy Portimão cuenta con infraestructura moderna, capacidad hotelera y una experiencia reciente que juega a favor. La intención es clara: volver a rugir con los motores más potentes del mundo.

Portugal y la F1 tienen una historia de idas y vueltas. El país fue sede de 18 Grandes Premios desde su primera aparición en 1958, cuando se corrió en las calles de Oporto. Un año después, el circuito se trasladó a Lisboa, y en 1960 volvió a la ciudad portuaria antes de desaparecer por más de dos décadas. La etapa más estable llegó entre 1984 y 1996, cuando el circuito de Estoril se consolidó como sede habitual. Luego vino otra larga ausencia, hasta que en 2020 —gracias a las circunstancias extraordinarias de la pandemia— Portimão entró en escena.

Desde entonces, la afición local sueña con una continuidad que aún no llega. Aunque las puertas no están cerradas, el retorno depende de múltiples factores: disponibilidad en el calendario, acuerdos comerciales con la organización de la F1 y, sobre todo, el compromiso de garantizar un evento a la altura de los estándares actuales.

Portugal no es el único país europeo que busca un lugar en la grilla. En los últimos años, el campeonato sumó carreras en lugares que hace dos décadas eran impensados, como Arabia Saudita, Qatar o Azerbaiyán. Sin embargo, la tradición automovilística de Europa sigue siendo un peso pesado en las decisiones, y ahí es donde Portugal busca hacer valer su historia y sus condiciones actuales.

El caso luso tiene ciertas similitudes con otros países que intentan recuperar sus fechas perdidas, como Alemania o Sudáfrica, que también apuestan a regresar al calendario con sedes de prestigio. La diferencia es que Portimão demostró recientemente estar a la altura y tiene respaldo gubernamental fuerte, un punto que muchas veces define la balanza.

Mientras tanto, Portugal espera paciente. El rugido de los motores podría volver a sonar en el Algarve dentro de dos años, si las negociaciones llegan a buen puerto. El deseo está, la experiencia también. Ahora todo depende de que la Fórmula 1 decida si le da bandera verde a una nueva etapa lusa en su historia.

 


¿Te gustó la noticia? Compartíla!