La cocina francesa también tiene recetas simples y al alcance de cualquiera, lejos de las preparaciones elaboradas y técnicas complejas, y el tourte es un claro ejemplo de eso. Esta tarta rústica y cerrada se convirtió en un clásico por su practicidad, su sabor reconfortante y su capacidad de adaptarse a distintos momentos del día, ya sea para un almuerzo rápido, una cena casera o incluso para llevar.
Con una masa sencilla y un relleno que puede variar según lo que haya en la heladera, este pastel se presenta como una solución ideal para quienes buscan algo casero, rendidor y fácil de preparar. Quesos, verduras, carnes o sobras del día anterior encuentran en esta receta una nueva forma de lucirse, sin necesidad de pasar horas en la cocina.
Receta de “Tourte”, el clásico francés que conquista paladares
El tourte es una preparación tradicional de la cocina francesa que nació como una comida práctica y rendidora, pensada para aprovechar ingredientes disponibles y alimentar a varias personas. A lo largo del tiempo, este plato se fue adaptando a distintos estilos de cocina, pero mantuvo su esencia: una receta simple, reconfortante y versátil, ideal para compartir y disfrutar tanto caliente como fría.
Ingredientes:
- 2 tapas de tarta para horno (pueden ser hojaldradas o criollas)
- 1 cebolla grande
- 1 diente de ajo
- 200 gramos de queso
- 200 gramos de jamón cocido, pollo cocido o carne ya salteada (opcional)
- 2 huevos
- 2 cucharadas de crema o queso crema
- Sal y pimienta a gusto
- Nuez moscada (opcional)
- Aceite de oliva o manteca
- 1 huevo batido para pincelar
Preparación:
- Arrancá picando la cebolla y el ajo bien chiquitos. Llevá a una sartén con un chorrito de aceite o un poco de manteca y cociná a fuego medio hasta que estén transparentes y suaves. Retirá del fuego y dejá entibiar.
- En un bol, mezclá la cebolla y el ajo ya cocidos con los huevos, la crema o el queso crema y el queso cortado en cubos o rallado. Si vas a usar jamón, pollo o carne, sumalos ahora. Condimentá con sal, pimienta y, si te gusta, una pizca de nuez moscada.
- Colocá una tapa de tarta en una fuente para horno previamente aceitada. Volcá el relleno de manera pareja y cubrí con la otra tapa. Sellá bien los bordes presionando con los dedos o con un tenedor, como si fuera una empanada grande.
- Pintá la superficie con huevo batido para que quede bien dorada y, si querés, hacé un pequeño corte en el centro para que salga el vapor durante la cocción.
- Llevá a horno precalentado a 180 °C y cociná durante unos 30 a 35 minutos, hasta que la masa esté dorada y crocante.