La industria argentina atraviesa un punto decisivo y la necesidad de modernizar el entramado económico gana protagonismo.
Bajo el lema “El futuro se produce hoy. Competitividad para el nuevo orden global”, el evento congregó a funcionarios, empresarios y referentes sectoriales que analizaron el país que se proyecta para los próximos meses.
En ese contexto, Nicolás Pino conversó en exclusiva sobre las oportunidades del sector agropecuario, la presión impositiva y el impacto del clima internacional en la demanda de productos argentinos.
Expectativas del campo: “El mundo demanda lo que hacemos”
Pino sostuvo que el sector atraviesa un escenario complejo, aunque con señales alentadoras:
“Las expectativas son altísimas, porque se están dando diferentes situaciones para el sector. El campo es enorme y diverso en sus actividades y producciones, que realmente tienen una posibilidad hacia adelante porque el mundo demanda eso. Por supuesto que el camino es difícil, pero por lo menos ya tenemos claro para dónde vamos. Hay que seguir trabajando en función de producir más y mejor”.
También destacó el rol del agro en la generación de divisas y en el fortalecimiento de las economías regionales, que ve como un pilar estratégico para el crecimiento sostenido.
Reformas urgentes: la mirada sobre el sistema laboral y fiscal
El debate sobre los cambios impositivos y laborales marcó la jornada. Pino fue categórico:
“Se necesitan reformas. La carga laboral es muy alta y eso te inhibe de tomar más personas. También necesitamos seguridad jurídica, porque la industria del juicio hace que muchas empresas tengan que bajar la persiana”.
Y reforzó este concepto:
“La carga laboral en aportes, contribuciones y obligaciones es muy alta”.
Para el dirigente, el alivio tributario y la previsibilidad jurídica resultan claves para que las empresas redoblen su capacidad de inversión y empleo.
Un horizonte claro
Aunque advirtió sobre las dificultades que todavía enfrenta el sector productivo, Pino remarcó que la dirección empieza a ordenarse y que el agro está listo para acompañar una etapa de crecimiento.
Con un mercado internacional que reclama más alimentos y tecnologías aplicadas al campo, el sector se prepara para desempeñar un rol decisivo. El desafío, señaló, pasa por avanzar en acuerdos políticos que permitan implementar reformas y consolidar un modelo competitivo y moderno.