El riesgo país de Argentina volvió a caer este miércoles y llegó a 555 puntos, su nivel más bajo desde julio de 2018. El retroceso de 90 unidades en lo que va de diciembre refleja un cambio positivo en la percepción de solvencia de la deuda y genera optimismo entre los inversores.
El movimiento se explica por las recientes decisiones del Banco Central, que ajustó las bandas cambiarias y anunció la recompra de reservas, sumando señales de disciplina fiscal. Como consecuencia, los bonos soberanos en dólares registraron subas superiores al 1%, en una jornada marcada por el apetito de riesgo en los mercados locales e internacionales.
Esta caída en el riesgo país tiene implicancias directas para la deuda externa argentina. El Gobierno analiza distintas estrategias para afrontar los vencimientos de enero, que superan los 4.200 millones de dólares. Entre las alternativas figuran swaps con China y Estados Unidos, préstamos bancarios y colocaciones directas en los mercados internacionales. La menor percepción de riesgo facilita esta última opción y abre la posibilidad de emitir bonos a tasas más accesibles, aunque cualquier operación requerirá la aprobación del Congreso.
Los analistas destacan que si el indicador logra acercarse a los 450 puntos, podría colocarse deuda en el exterior con tasas inferiores al 10%, liberando reservas que actualmente se destinan al pago de compromisos. Esta situación sería clave para fortalecer la estabilidad financiera y garantizar el flujo de reservas del Banco Central.
A pesar del optimismo, los especialistas advierten que aún persisten desafíos. La estrategia definitiva para afrontar los vencimientos de enero sigue siendo incierta, y la capacidad del Gobierno de cumplir con los compromisos será determinante para mantener la confianza de los mercados. Mientras tanto, los bonos "ley extranjera" continúan ofreciendo rendimientos de un dígito, pero la sostenibilidad de esta tendencia dependerá de la continuidad de las medidas de estabilidad fiscal y monetaria.
El escenario actual evidencia que el mercado financiero responde de manera favorable a señales claras de disciplina económica. La combinación de menor riesgo país, suba de bonos y expectativas de colocación de deuda internacional genera una ventana de oportunidad que el país podría aprovechar para consolidar reservas y proyectar mayor previsibilidad en sus finanzas.