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Ojalá no sea tanto

Por la supuesta falta de fertilizantes para el campo se habla de perdidas que podrían llegar a USD 1.800 millones

Son estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, de cara a la próxima siembra de maíz. El impacto de la problemática de las importaciones

Por la supuesta falta de fertilizantes para el campo se habla de perdidas que podrían llegar a USD 1.800 millones

En un contexto complicado para los productores al momento de acceder a los fertilizantes, un informe privado reflejó que en caso de que se utilice menos fertilizantes en la próxima siembra de maíz se generarían pérdidas exportadoras cercanas a los USD 1.794 millones para el maíz argentino.

El trabajo de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) fue elaborado por los economistas Julio Calzada, Guido D’Angelo y Florencia Poeta. En el mismo se señaló que los fertilizantes están lejos de ser un factor de presión para la balanza de pagos del país. Frente a una necesidad cada vez más importante de que el Banco Central acumule reservas, desde la entidad sostienen que se alcanzará dicha meta si hay un robustecimiento de las exportaciones argentinas, por encima de cualquier limitación de importaciones.

En un contexto de tensiones en las cadenas globales de valor, “el mercado de fertilizantes se ha visto especialmente trastocado. Con el desenlace bélico de la crisis-ruso ucraniana, los mercados globales agrícolas y energéticos quedaron fuertemente tensionados”, describió el informe. A todo esto hay que recordar que Rusia es el principal exportador mundial de gas, fuente de energía que es además el principal insumo para producir fertilizantes. Y por el desarrollo de esta industria conexa, Rusia también se posiciona como el principal exportador global de fertilizantes, destacándose especialmente en el mercado de los nitrogenados.

También el trabajo destacó que durante el año pasado las importaciones de fertilizantes que realizó la Argentina alcanzaron los 4,5 millones de toneladas, valuadas en USD 2.279 millones, un 13% de incremento en volumen y un 103% en valor importado. Frente a las estadísticas mencionadas, se mencionó a la creciente necesidad de fertilización de los suelos, con subas de precios internacionales, y la parada técnica de la planta de Profertil en Bahía Blanca, como aspectos que incidieron en el nivel récord de compra de fertilizantes al mundo.

Además se aclaró que se llegó a la estimación de pérdida en el próximo ciclo de maíz, en caso que no se solucione el problema de acceso a los fertilizantes, con una superficie cosechada de la campaña actual cercana a los 7,2 millones de hectáreas, a la cual se la reduce en un 10% frente a las complejidades climáticas y mermas en superficie que se vienen observando recientemente. Además, la productividad de la campaña actual no puede utilizarse en la estimación en vista de la importante sequía que se observó durante el período crítico del maíz.

Por otro lado, la merma en rendimientos de referencia del 13,4% los especialistas lo calcularon teniendo en cuenta el rendimiento del ciclo 2020/2021. Y del producto entre estos dos valores “surge una caída productiva que se acerca a las siete millones de toneladas respecto a una campaña con el rendimiento de referencia. Reiteramos que es un ejercicio teórico. En la medida que se aseguren los dólares para las importaciones de fertilizantes, esta pérdida se verá neutralizada”, aclaró el informe.

A todo esto, los precios que se utilizaron para valuar las pérdidas son promedios de los últimos tres meses de exportaciones de estos complejos agrícolas. En este sentido, la tonelada de maíz está valuada a USD 253 la tonelada. Y si se toman los precios actuales de exportación del cereal, que se ubican en USD 264 la tonelada, la estimación sería algo superior. Asimismo, este número deja de lado potenciales problemas climáticos, que podrían empujar aún más hacia abajo las estimaciones productivas.

Importaciones 2021

Además, los economistas de la Bolsa de Comercio de Rosario señalaron que cerca del 60% de las importaciones del año pasado “se vieron explicadas la urea y el fosfato monoamónico”. Y se agregó: “Cuando se dio el desenlace bélico de la crisis ruso-ucraniana a finales de febrero, Argentina ya llevaba demoras en su provisión de fertilizantes, importando escasísimas cantidades entre enero y marzo del 2022, en un marco de precios internacionales con importantes alzas”.

Más allá de esto, con una necesidad de fertilización por parte de los productores y mejoras en el acceso al mercado de cambios para fertilizantes, fueron factores determinantes para que las importaciones registraran un mejor ritmo a partir de abril pasado. “Si bien los precios mostraron bajas luego de sus máximos, este año se importó en mayo con precios CIF entre un 106% y un 157% mayores que en 2021. No obstante, en el acumulado, las importaciones de urea en lo que va del año muestran una caída del 12% en cantidades, mientras las toneladas importadas de MAP cayeron más de un 7%”, comentaron los economistas.

Por último, la Bolsa de Comercio de Rosario destacó que el Gobierno Nacional y el Banco Central “trabajan en la búsqueda de asegurar los dólares necesarios para estas vitales importaciones. De todos modos, los problemas subsisten y la normalización dependerá de cómo evolucione la disponibilidad de divisas en los próximos meses”.


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