El asado argentino es más que una simple comida; es un ritual lleno de tradiciones y detalles que lo hacen único. Junto a la consultora en protocolo, Karina Vilella, exploramos, las costumbres alrededor del asado, desde la elección de la vajilla hasta el maridaje perfecto con vino.
Se discute la importancia del maestro asador y los tiempos de cocción, así como las diferencias entre un asado de verano e invierno. Además, se abordan temas como la inclusión de opciones vegetarianas y los protocolos sociales al organizar un evento con más de seis personas.
El asado: una experiencia cultural inigualable
El asado argentino es sinónimo de encuentro, pertenencia y tradición. No se trata solo de cocinar carne, sino de seguir un ritual que incluye tiempos, jerarquías y detalles que lo convierten en una ceremonia social inigualable.
La consultora en protocolo Karina Vilella analizó las costumbres que giran en torno al asado, desde los elementos más formales —como la elección de la vajilla— hasta el clima emocional que se genera alrededor de la parrilla.
El rol del maestro asador y los tiempos de cocción
Uno de los aspectos más importantes es la figura del maestro asador, quien tiene a cargo no solo la cocción, sino también el ritmo del evento. “El asador no se improvisa, es un rol que exige conocimiento y respeto”, explicó Vilella.
El tiempo de cocción es clave y, en general, se prioriza una cocción lenta para lograr el punto justo de cada corte. “No se apura al fuego ni al asado”, coinciden los expertos.
Asado de verano vs. asado de invierno
Las estaciones también marcan diferencias. Mientras el asado de verano suele ser al aire libre, más relajado y acompañado de cervezas y ensaladas frescas, el asado de invierno es más íntimo, muchas veces realizado en galerías o espacios cerrados, con tintos robustos y guarniciones calientes.
Opciones vegetarianas y diversidad en la parrilla
Si bien el asado es tradicionalmente carnívoro, cada vez es más común incluir opciones vegetarianas y veganas. Verduras a la parrilla, provoletas, hongos portobello rellenos y hasta alternativas con tofu o seitán comienzan a ganar su espacio.
“La inclusión también es parte del buen anfitrión”, señaló Vilella.