En casi todos los países del mundo se come arroz con huevo, con variantes que llegan a convertirlo en mucho más que una comida para salir del paso. Combinando carbohidratos de fácil digestión con uno de los alimentos que concentra más valor nutritivo en poco volumen, se hace rápido y es muy reconfortante.
Elevando ligeramente el nivel de complejidad, podemos prepararlo así.
¿Partir de arroz crudo o cocido?
Si ya tenemos arroz cocido, recordemos que debe estar desgranado. Si no es así, conviene ponerlo unos 2 minutos en caldo caliente y removerlo y poco. También se utiliza una sartén o wok con un hilo de aceite, para calentarlo y darle un toque tostado.
Entonces podemos agregarle condimentos como salsa de soja, de tomate, picante, e incluso un dado de manteca y queso rallado.
Si cocinamos el arroz de cero, podemos mejorar el sabor añadiendo no solo sal sino además una hoja de laurel, cúrcuma, curry, o una cdta. de condimento provenzal, por ejemplo.
Los condimentos que nos llevan de viaje
Una forma sencilla de hacer del arroz con huevo un plato diferente es con los condimentos: salsa de tomate y queso ( para el sabor italiano); cebolla y pimientos picantes ( para un sabor mexicano) o salsa de soja ( para un toque oriental) mezclas de especias... como tiene un sabor neutro, el arroz toma la personalidad del condimento.
Huevos en diferentes formas de cocción
Uno de los estilos más fáciles para cocinar este plato es cocinar el huevo aparte, ya sea en aceite o manteca, frito a nuestro gusto. Pero si queremos evitar las grasas podemos usar simplemente agua, ya que podemos hervirlo con su cáscara: con 4 minutos, obtenemos un huevo con la clara cuajada y la yema líquida. Con 10 minutos, obtenemos huevo duro. También podemos darle un giro diferente al huevo si lo batimos con sal y condimentos a gusto y lo cocinamos en una sartén antiadherente como si fuera un panqueque, luego lo enrollamos y lo cortamos en tiras, al estilo oriental.
Con el arroz a alta temperatura, el huevo se puede añadir para que se cocine un poco gracias al calor del arroz. Así se hace en el plato tradicional japonés Tamago kake gohan, que consiste en batir el huevo, añadirle salsa de soja y cebollín picado y echarlo sobre el arroz recién hecho. Se tapa y el huevo cuaja en 2 minutos.
