Para solucionar una comida con muchos nutrientes, sin usar harinas y con poco trabajo, esta receta de soufflé de calabaza es perfecta.
Con la magia de un plato calentito y reconfortante, los hilos del queso derretido y el sabor dulzón de la calabaza, no puede faltar en los menúes de la semana porque se hace con menos esfuerzo que una ensalada.
Para un soufflé de 4 porciones, los ingredientes son:
1 calabaza grande ( zapallo anco)
5 huevos
1 cebolla grande o 2 chicas
150-200 g de queso cremoso
condimentos a gusto
Hornear la calabaza, partida al medio y condimentada a gusto, unos 30 minutos hasta que esté bien tierna. Un par de tips:1. Ponerla con la pulpa hacia la base de la fuente para horno, " boca abajo", previamente condimentada con sal, especias y un hilo de aceite. 2. Pincharla con un tenedor para que la cáscara deje salir el vapor que desprende la pulpa al cocinarse. Mientras se cocina la calabaza, saltear la cebolla cortada fina, en poco aceite, añadiéndole sal al final para que se caramelice.
Una vez lista la calabaza, quitar toda la pulpa con una cuchara y ponerla en un bowl con los huevos, la cebolla salteada, añadir los huevos, condimentos a gusto y mixear con una minipimer hasta obtener una textura lisa.
Pasar el soufflé a una fuente para horno aceitada, distribuir el queso en cubos por encima y hornear unos 20 minutos o hasta que se vea firme.
¡Una delicia!