Hace muchísimos años, cuando las tartas aún no eran consideradas un básico y apenas se conseguían masas ya preparadas en los comercios, la tarta de cebolla se hacía así, al estilo de los "quiches" franceses. Los ingredientes son bastante accesibles y con algunos secretitos, queda tan sabrosa que dan ganas de repetir.
Ingredientes para una tarta de cebolla grande
Ingredientes de la masa
300 g de harina común
150 g de margarina fría
1 cucharadita de sal
½ vaso de agua fría
Preparación:
Mezclá la harina con la sal en un bol. Agregá la margarina fría en cubos y desmenuzala con los dedos hasta lograr una textura arenosa. Incorporá el agua helada de a poco hasta formar una masa lisa. Envolvé en film y dejá reposar en la heladera por 30 minutos antes de estirar.
Ingredientes del relleno:
4 cebollas grandes
60-70 g de queso rallado
4 huevos
1/2 taza de leche
1/2 cdta. de mostaza
pimienta
aceite c/n
Preparación
Cortá en láminas las cebollas y ponerlas en el molde de tarta que vas a usar: Debe quedar una capa gruesita y la base completamente cubierta. Esa es la cantidad que necesitás para una tarta bien jugosa y sabrosa.
Llevara cebolla a una sartén con poco aceite y rehogarla: esto quiere decir que se cocina a fuego medio, semitapada y removiendo cada tanto, hasta que quede bien tierna y suelte líquido, por eso se le añade sal. Cuando esté bien cocida, tiernita, el sabor fuerte se ha vuelto suave y dulzón.
Batí los huevos con la leche, agregale sal, pimienta y el queso rallado. Este es un ingrediente clave porque es lo que le da gratinado a la superficie y sabor. Si no es queso duro, también queda espectacular con quesos como el tybo, el cheddar, el mar del plata, rallados gruesos. Pero debemos poner más cantidad: un puñado generoso.
Armado de la tarta de cebolla
Precalentá el horno a 180°C (medio).
Mezclá la cebolla con el batido de huevo, remové.
Estirá la masa de tarta con rodillo y forrá la tartera que no necesita estar aceitada.
Pincelá la base de la masa con mostaza y volcá el relleno. Lleva la tarta al horno: tarda unos 30-40 minutos. La vamos a ir vigilando para que no se queme. Cuando el relleno está completamente cuajado y doradito, la tarta está lista.