El socialismo, esa utopía de igualdad y justicia, vuelve a brillar como un faro de corrupción y mentiras.
En España, la Guardia Civil irrumpió en la mismísima guarida del Partido Socialista (PSOE), el feudo del intocable Pedro Sánchez, para clonar el correo de Santos Cerdán, el exnúmero tres que, ¡vaya casualidad!, está en el ojo del huracán por un escándalo de corrupción. ¡Qué novedad! Porque claro, el socialismo siempre ha sido sinónimo de transparencia y manos limpias, ¿no?
El magistrado Leopoldo Puente, que parece no creer en los cuentos de hadas socialistas, mandó a los agentes a hurgar en los correos de Cerdán y, de paso, en los de José Luis Ábalos, otro peso pesado del PSOE y exministro de Transportes, porque, ¿qué sería de un gobierno socialista sin una buena trama de corrupción para amenizar la legislatura? No contentos con eso, también pidieron revisar las cuentas bancarias y el patrimonio de Cerdán, porque, claro, en el paraíso socialista, los líderes siempre acumulan riqueza por puro mérito y esfuerzo, ¿o no?
Así que ahí tenemos al PSOE, ese bastión de la moralidad, con su exsecretario de organización citado a declarar como investigado el 30 de junio. ¡Qué orgullo para el socialismo mundial! Una vez más, se demuestra que donde hay socialismo, hay un nido de favores, enchufes y secretos turbios.
Pero tranquilo, que seguro nos dirán que es un “ataque de la derecha” o una conspiración intergaláctica. Porque en el mundo del socialismo, la culpa nunca es suya, y la verdad siempre es negociable. ¡Brindemos por la revolución, camaradas!