Una mujer embarazada de cuatro meses logró escapar de un verdadero infierno en la ciudad de Juazeiro do Norte, en Brasil, y denunció que estuvo dos años privada de su libertad y sometida a torturas por parte de su pareja y su suegra.
La víctima, visiblemente conmocionada y con múltiples lesiones en el cuerpo, pidió auxilio cerca de la plaza José Geraldo da Cruz.
Agentes de la Guardia Municipal la encontraron en estado de shock y la trasladaron de inmediato a la comisaría.
Los efectivos se dirigieron a la casa donde, según la denuncia, ocurrían los abusos. Allí detuvieron a un hombre de 43 años y a su madre, de 70, quienes quedaron a disposición de la Justicia.
De acuerdo a las declaraciones de la mujer, la pesadilla no tenía descanso: las agresiones eran constantes, tanto de día como de noche.
La madre del agresor también participaba activamente: la amarraba, le arrojaba agua en la cara y colaboraba en las golpizas. Incluso, le decían que estaba “poseída por un demonio”.
La víctima presentaba golpes y quemaduras en brazos, espalda, manos, piernas, cuello y rostro, además de señales de asfixia y ataduras.