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Tsunami tras sismo en Kamchatka: alerta y evacuaciones en Chile, Perú y otros países del Pacífico

Sudamérica activa protocolos de emergencia ante la amenaza de un tsunami de hasta 4 metros.

Tsunami tras sismo en Kamchatka: alerta y evacuaciones en Chile, Perú y otros países del Pacífico

La madrugada de este miércoles se vivió una situación de máxima tensión en las costas del Pacífico. Un potente terremoto en la península rusa de Kamchatka, con una magnitud de 8.8, provocó la formación de un tsunami cuyas olas ya comenzaron a propagarse por todo el océano. Aunque el epicentro fue en el extremo norte del mundo, la onda expansiva llegó con fuerza al otro extremo: Sudamérica.

Países como Chile, Perú, Colombia, Ecuador y Panamá se vieron obligados a activar alertas de evacuación y medidas de emergencia para proteger a sus poblaciones costeras. Se trata de uno de los movimientos sísmicos más intensos registrados en la última década, con potencial devastador en zonas vulnerables del continente.

Chile fue el primer país sudamericano en declarar la alerta roja a lo largo de toda su costa. Desde Arica y Parinacota, en el norte, hasta Magallanes, en el extremo sur, las autoridades ordenaron la evacuación de todas las comunas costeras.

El proceso comenzó a las 6:00 de la mañana en Isla de Pascua y se extendió por todo el litoral chileno durante el día. El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) coordinó el desplazamiento de más de 1.5 millones de personas.

Incluso se evacuaron cinco centros penitenciarios ubicados en zonas con riesgo de inundación, lo que da cuenta de la magnitud de la amenaza. Las cárceles afectadas incluyen recintos en Iquique, Chañaral, San Antonio, Lebu y Arauco.

En Perú, la situación también encendió alarmas. El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) anunció que se prevén olas de entre 1 y 2,3 metros de altura en el litoral. Como medida preventiva, el país cerró 65 de sus 121 puertos y suspendió todas las actividades de pesca y navegación.

Las olas comenzaron a llegar al Puerto La Cruz, en la región de Tumbes, cerca de la frontera con Ecuador, a las 10:10 hora local. La Marina recomendó mantenerse alejados del mar y acatar las instrucciones de evacuación en zonas vulnerables.

En Ecuador, el Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada (INOCAR) emitió una alerta de tsunami para toda la región costera. Las autoridades pidieron a los residentes y turistas que se alejen del mar y se refugien en zonas elevadas.

El mensaje de INOCAR también advirtió que el comportamiento del océano podría variar de forma imprevisible durante las próximas horas, por lo que se recomendó no bajar la guardia aunque las primeras olas no causaran daños visibles.

En Colombia, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) informó que, si bien se redujo el nivel de alerta de tsunami a advertencia por oleaje fuerte, la situación sigue siendo de monitoreo constante.

Las zonas bajo vigilancia incluyen los departamentos de Cauca, Valle del Cauca, Nariño y Chocó, todos ellos con salida al Pacífico. Las autoridades recomendaron evitar actividades marítimas y permanecer atentos a los comunicados oficiales.

En Panamá, el Instituto de Geociencias informó que, aunque las olas no representarían un impacto directo en el país, se mantiene activa la coordinación con el Sistema Nacional de Protección Civil y el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC).

Las autoridades panameñas pidieron cautela a los residentes de zonas costeras del Pacífico y advirtieron sobre posibles variaciones del nivel del mar, especialmente en horas de marea alta.

Los expertos coinciden en que la velocidad con la que las autoridades reaccionaron fue clave para minimizar posibles daños. Sin embargo, el riesgo aún no ha pasado. La naturaleza impredecible de los tsunamis hace que las olas puedan llegar en distintas intensidades y momentos, incluso varias horas después del sismo inicial.

En algunos puntos del Pacífico se registraron olas de hasta 4 metros de altura, capaces de arrasar con infraestructura costera y poner en peligro vidas humanas. Por eso, la recomendación general es no regresar a las zonas evacuadas hasta nuevo aviso.

Aunque cada país tiene su propio sistema de emergencia, lo que está ocurriendo en el Pacífico evidencia la necesidad de una coordinación internacional más fuerte ante fenómenos naturales globales. Lo que pasa en Kamchatka no queda en Kamchatka.

Mientras millones de personas siguen en alerta, este evento nos invita a reflexionar sobre la preparación individual, la responsabilidad colectiva y la resiliencia ante lo inesperado.


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