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El postre español para innovar esta Navidad y llevarse el aplauso de todos los comensales

Existe una opción que combina la suavidad de un bizcocho único con un relleno intenso.

El postre español para innovar esta Navidad y llevarse el aplauso de todos los comensales

La llegada de las fiestas de diciembre marca el inicio de una temporada donde los sabores clásicos vuelven a ser los protagonistas de cada reunión familiar. 

Este postre festivo, reconocido por su equilibrio entre lo cremoso y lo fresco, destaca por una estética que busca replicar elementos del bosque en el plato. La elaboración requiere el uso de técnicas de pastelería clásica que garantizan un resultado profesional incluso para quienes cocinan en casa por primera vez.

Un clásico con sello español

La base de esta preparación consiste en un bizcocho ligero y muy flexible, una característica fundamental para que el enrollado sea perfecto y no presente grietas. El relleno aporta el cuerpo necesario gracias a una mezcla equilibrada de chocolate, manteca y queso crema que juega con diferentes texturas. Esta combinación logra un aroma intenso y una firmeza que permite realizar cortes limpios al momento de servir.

La receta original rinde para un total de 10 porciones. El tiempo de trabajo estimado es de aproximadamente dos horas, un lapso que contempla tanto la elaboración de las cremas como el horneado y el enfriado necesario para el montaje final.

El toque saludable de los frutos del bosque

Un elemento que distingue a esta versión es el uso de zarzamoras frescas, las cuales ofrecen un contraste ácido que corta el dulzor del chocolate amargo. Estas frutas son reconocidas por su intenso color oscuro y su aporte de jugosidad, lo que mantiene la humedad del interior del bizcocho sin que este pierda su estructura firme.

Además de su valor culinario, las zarzamoras son una fuente importante de beneficios para el organismo. Estos frutos tienen un alto contenido de fibra y vitaminas A, B1, B2, C y K. Su consumo fortalece el sistema inmunológico y óseo, además de aportar antioxidantes que mejoran la salud cardiovascular y ayudan a prevenir enfermedades neurodegenerativas.

Lista de elementos necesarios para el éxito

Para preparar este tronco de Navidad, necesitás organizar los siguientes ingredientes divididos por etapas:

Para el bizcocho de vainilla: 

  •     5 yemas
  •     100 g de azúcar
  •     1/2 cucharadita de extracto de vainilla
  •     100 g de harina de trigo
  •     5 claras de huevo

Para el relleno de chocolate: 

  •     100 g de manteca a temperatura ambiente
  •     200 g de queso crema
  •     3 cucharadas de cacao
  •     1 taza de azúcar glass
  •     30 g de chocolate amargo picado

Para la ganache de cobertura: 

  •     250 g de chocolate amargo
  •     250 ml de crema para batir
  •     1 cucharada de manteca

Para el montaje y decoración: 

  •     1/2 taza de zarzamoras (cortadas y enteras)
  •     hojas de menta
  •     azúcar glass extra

 

El proceso paso a paso para un resultado delicioso

Seguí estas instrucciones para que tu postre sea el centro de atención de la noche:

  1.     Calentás el horno a 180 grados. Blanqueás las yemas con el azúcar y la vainilla e incorporás la harina en dos partes.
  2.     Batís las claras a punto de nieve y las sumás a la mezcla anterior con movimientos envolventes en tres tandas. Extendés la masa en una bandeja con tapete de silicona hasta lograr un grosor de un centímetro y horneás por 10 minutos.
  3.     Retirás el bizcocho, lo cubrís con papel siliconado y, cuando está tibio, lo enrollás con ayuda del papel para que mantenga la forma.
  4.     Mezclás la manteca con el queso crema hasta acremar. Agregás el cacao, el azúcar glass y finalmente el chocolate picado.
  5.     Calentás la crema (sin que hierva) y la volcás sobre el chocolate. Mezclás hasta que esté tersa e incorporás la manteca.
  6.     Desenrollás el bizcocho, distribuís el relleno y las zarzamoras picadas. Volvés a enrollar y lo dejás en la heladera durante 30 minutos.
  7.     Cortás los extremos del rollo (uno de ellos en diagonal) y los unís con un poco de ganache para simular una rama. Cubrís todo con el resto de la ganache, hacés surcos con una palita para imitar la corteza de un árbol y decorás con menta, más zarzamoras y una lluvia de azúcar glass.

 

 


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