Una tragedia conmovió a la ciudad de Whitestown, en el estado de Indiana (Estados Unidos), luego de que una trabajadora doméstica fuera asesinada de un disparo en la cabeza al intentar ingresar por error a una vivienda equivocada. El hecho ocurrió el miércoles por la mañana y tuvo como víctima a María Florinda Ríos Pérez de Velásquez, una mujer guatemalteca de 32 años, madre de cuatro hijos, que había acudido junto a su marido a realizar tareas de limpieza.
Según la reconstrucción del caso, la pareja había sido contratada para limpiar una casa de la zona, pero se confundieron de dirección. Cuando María Florinda acercó la llave a la cerradura del domicilio equivocado, el propietario salió armado y, sin mediar palabra, le disparó en la cabeza a quemarropa. El impacto fue fatal.
El marido de la víctima, que presenció toda la escena, intentó asistirla desesperadamente mientras pedía ayuda. “Vi que mi esposa retrocedió dos veces y luego se le cayeron las llaves. Traté de consolarla y decirle que todo iba a estar bien, pero veía salir la sangre”, relató más tarde con dolor en declaraciones a medios locales. La mujer murió en sus brazos, antes de que los servicios de emergencia llegaran al lugar.
Agentes de la Policía Metropolitana de Whitestown llegaron poco después y encontraron a la víctima tendida en el porche, mientras su esposo intentaba contener la hemorragia. Pese a los esfuerzos de los paramédicos, María Florinda fue declarada muerta en el lugar.
El caso generó una ola de indignación en la comunidad latina de Indiana y en todo Estados Unidos. El autor del disparo —cuya identidad no fue difundida— permanece en libertad, mientras la familia de la víctima reclama justicia y una investigación a fondo sobre el uso de la fuerza letal.
El hermano de la víctima, Rudy Ríos, expresó su impotencia al hablar con medios estadounidenses: “Es tan injusto. Ella solo estaba tratando de traer el pan de cada día para su familia. Se equivocó de casa, pero él no tenía derecho a quitarle la vida”.
María Florinda había emigrado desde Guatemala hace algunos años en busca de mejores oportunidades. Vivía con su esposo y sus cuatro hijos, de entre 1 y 17 años, en una zona rural del estado, donde trabajaba como mucama y empleada doméstica en distintas residencias. Sus allegados la describen como una mujer trabajadora, tranquila y profundamente dedicada a su familia.
De acuerdo con fuentes policiales, el hombre que efectuó el disparo alegó haber actuado en defensa propia, aunque la versión es fuertemente cuestionada. Testigos y familiares sostienen que la víctima nunca llegó a ingresar al domicilio, ni representó amenaza alguna. En ese sentido, los abogados de la familia buscan demostrar que se trató de un homicidio injustificable.
El hecho reavivó el debate en Estados Unidos sobre la tenencia y uso de armas de fuego, así como los frecuentes casos de violencia derivados de “malentendidos” en los que personas inocentes terminan siendo asesinadas. Casos similares se registraron en los últimos años, donde víctimas fueron baleadas por tocar una puerta equivocada o confundir una dirección.
Mientras tanto, se organizan campañas solidarias para ayudar económicamente a la familia de María Florinda y cubrir los gastos del funeral, que se llevará a cabo en Indiana antes del eventual traslado de sus restos a Guatemala.