En la jornada posterior a una maratónica sesión en la Cámara de Diputados, la diputada mendocina Lourdes Arrieta denunció públicamente que fue objeto de una amenaza por parte de su colega Lilia Lemoine. Según lo relatado por Arrieta, el incidente se produjo luego de que la oposición lograra aprobar proyectos clave: el financiamiento universitario y la declaración de emergencia en el Hospital Garrahan.
La diputada del monobloque “Fuerzas del Cielo – Espacio Liberal” compartió su versión en la red social X, señalando que, a la salida del recinto, Lemoine le gritó: “Agradecé que no te arranco la cabeza”. Arrieta explicó que los gritos habrían ocurrido frente a otros legisladores y personal del Congreso de la Nación. En ese sentido, resaltó que tanto el tono como el contenido de la expresión fueron “de una violencia verbal inusitada” y que resultan “inadmisibles en el marco institucional que debe primar en este Cuerpo”.
Horas más tarde, la diputada mendocina formalizó una solicitud al presidente de la Cámara baja, Martín Menem, para que se investigue el incidente. En su carta, expuso que fue víctima de una amenaza directa y exigió que se tomen las medidas pertinentes. De esa manera, solicitó que se entreguen las grabaciones de las cámaras de seguridad del recinto y los pasillos. Asimismo, pidió la identificación de los testigos presenciales del hecho.
Bajo ese marco, Arrieta instó también a que se dicten las sanciones disciplinarias y administrativas correspondientes. Se basó en el artículo 88 del Reglamento de la Cámara de Diputados, que habilita la conformación de una comisión especial para analizar posibles faltas. En caso de que la denuncia prospere y se logre una votación favorable sin debate, el presidente del cuerpo deberá nombrar la comisión. A partir del artículo 66 de la Constitución Nacional, si la mayoría así lo decide, el legislador denunciado puede llegar a ser removido de su cargo.
Previo al episodio en los pasillos, la oposición entre ambas legisladoras comenzó en la misma red social. Arrieta había publicado un comentario en el que acusaba a Lemoine de haberla amenazado. Según su relato, la diputada libertaria habría respondido en comentarios: “Te dije: ‘Andá a alinear esos patos’ o algo por el estilo…”. No obstante, Arrieta interpretó que ese alcance desafiante formaba parte de una actitud más agresiva y generalizada.
Luego, Arrieta aclaró que dejaba su integridad física “en manos de la Presidencia”, con una carta dirigida al titular Menem. Aunque el presidente no emitió una respuesta pública en X, Lilia Lemoine respondió en los comentarios a Arrieta, reafirmando sus dichos. Ni disculpas ni aclaraciones aparecieron por parte de la legisladora libertaria, quien optó por no pronunciarse públicamente ante la denuncia formalizada.
La tensión entre las bancadas no tardó en manifestarse. La diputada oficialista Marcela Pagano expresó su solidaridad hacia Arrieta a través de su cuenta en X. Al difundir lo sucedido, señaló: “Muy grave! Toda mi solidaridad con la diputada @lulumicart”. El respaldo se viralizó rápidamente en las redes. Arrieta no respondió públicamente, pero sí compartió el mensaje en su cuenta, dejando en evidencia la relevancia política del episodio.
El caso plantea un claro desafío institucional. Las amenazas en el ámbito legislativo constituyen una violación a la convivencia democrática, máxime cuando involucran a altos representantes del pueblo. De esa manera, la cámara baja se enfrenta a una prueba de transparencia y rigor ético. En ese sentido, la resolución que adopte el presidente Menem podría marcar un nuevo precedente sobre el tipo de relaciones que se toleran dentro del Palacio Legislativo.
A la espera de que se acceda a las imágenes de seguridad y se identifiquen testigos, el proceso interno podría derivar en sanciones concretas. De no prosperar, ciertas voces ya anticipan que la falta de medidas generaría un impacto negativo en la reputación institucional. Por ese motivo, tanto el oficialismo como sectores de la oposición observan con atención los próximos pasos que defina Menem y la eventual comisión investigadora.