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SANTA FE

Brutal femicidio: violó la perimetral, irrumpió en un bar y degolló a su ex

Analía Ovando, de 25 años y madre de un nene de 8, fue asesinada en Villa Guillermina por su ex, quien ya tenía orden de detención.

Brutal femicidio: violó la perimetral, irrumpió en un bar y degolló a su ex

Durante la madrugada del jueves último, la localidad de Villa Guillermina, en el norte de Santa Fe, se vio conmocionada por un femicidio espantoso: Ulises Gómez, de 21 años, violó una restricción judicial y se dirigió al bar donde trabajaba su ex, Analía Danila Ovando, de 25. Allí la atacó con un cuchillo en el cuello, huyó en la moto de ella y recién fue capturado horas después en San Antonio de Obligado, a unos 30 km del lugar. El hecho ocurrió pocas horas después de que la Justicia ordenara su detención por violencia de género.

Brutalidad, antecedentes y reacción ciudadana

Tras una llamada anónima al 911, la policía llegó a “El Moroco”, el bar donde trabajaba Analía. Allí encontró a la víctima con una herida mortal en la garganta. La joven fue traslada urgente al hospital, pero falleció pocas horas después. Según testigos, el agresor aprovechó que ella estaba sola en la madrugada, irrumpió en el lugar y la atacó por la espalda.

Analía había denunciado a Gómez por episodios previos de violencia de género, y un juez dictó perimetral y orden de detención. Pese a eso, él permaneció prófugo hasta que una cámara de seguridad lo filmó circulando en la moto de la víctima cerca de las 7 am. Esa imagen fue clave para alertar a la policía, que montó un operativo cerrojo y lo detuvo en la mañana del mismo día.

El fiscal del caso, Juan Carlos Koguc, quedó a cargo de la investigación. Se instruye una acusación por femicidio agravado, violación de la restricción y robo agravado de motocicleta. El detenido está alojado en la Comisaría Quinta de Las Toscas y aguardará la prisión preventiva.

Los vecinos de Villa Guillermina están consternados. Según relatan, la pareja había protagonizado varias peleas y episodios violentos. Un vecino comentó con un tono resignado: “Era una muerte anunciada”. Además, se suma la conmoción por el hecho de que Analía era madre y luchaba por rearmar su vida tras la denuncia. La comunidad local se encuentra movilizada, con vecinos y familiares pidiendo justicia y fortaleciendo los pedidos de control más efectivo sobre medidas judiciales y restricciones.


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