En un contexto de creciente tensión económica, Domingo Cavallo salió al cruce del relato oficial y responsabilizó al propio Gobierno por la persistente inestabilidad. En un análisis publicado en su blog, el exministro cuestionó el enfoque del presidente Javier Milei y rechazó la idea de que el “riesgo K” sea la causa de los problemas financieros actuales. Para Cavallo, el verdadero detonante de la crisis es el manejo de la política monetaria y cambiaria, que considera errático y sin rumbo.
La crítica más directa fue hacia el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, a quien acusó de aplicar medidas con efecto inmediato pero poco sostenibles. Según Cavallo, eliminar retenciones para atraer divisas puede traer alivio temporal, pero genera costos fiscales elevados y desconfianza en los mercados. También advirtió que esas decisiones afectan tanto al campo argentino como a competidores del exterior, en especial de Estados Unidos.
Sobre el supuesto respaldo internacional al Gobierno, Cavallo fue escéptico. Cuestionó el valor real del apoyo de Donald Trump y alertó que, si el peso vuelve a devaluarse bruscamente, tanto el Tesoro norteamericano como el FMI podrían imponer condiciones duras. En ese escenario, auguró que no habrá rescate sin un cambio profundo en la política económica.
A modo de propuesta, Cavallo planteó una serie de reformas estructurales que, según él, permitirían retomar un camino de estabilidad duradera. Entre ellas, destacó la necesidad de prohibir la emisión monetaria para financiar el déficit, liberar completamente el mercado cambiario y permitir la circulación de dólares en el sistema financiero local. Estas ideas remiten al espíritu de la Convertibilidad, con la que él mismo logró frenar la hiperinflación en los años ‘90.
Además, Cavallo instó al Gobierno a adoptar un enfoque pragmático, similar al que tuvo Carlos Menem al conformar su gabinete económico. Advirtió que priorizar la lealtad ideológica por encima de la experiencia técnica puede ser un obstáculo para avanzar en las reformas necesarias.
Aunque sus declaraciones apuntan al plano nacional, en provincias como Salta el impacto de estas decisiones se siente con fuerza. La falta de previsibilidad afecta a productores, pymes y comercios, que enfrentan un escenario incierto y volátil. En ese marco, los municipios también sufren por la caída de ingresos y la presión inflacionaria.
Con su análisis, Cavallo dejó un mensaje claro: sin reformas de fondo y sin abandonar el dogmatismo, el plan económico del Gobierno corre el riesgo de estancarse. Y con él, también la esperanza de una recuperación sostenida.