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DOBLE FEMICIDIO

Chats reveladores muestran cómo Pablo Laurta engañó al remisero para consumar crímenes múltiples

En el expediente sobre los femicidios de Luna, su madre y el asesinato del remisero Palacio, aparecieron diálogos en los que Laurta oculta su verdadero destino

Chats reveladores muestran cómo Pablo Laurta engañó al remisero para consumar crímenes múltiples

La causa por los crímenes de Luna Giardina, su madre Mariel Zamudio y el remisero Martín Sebastián Palacio sigue sumando pruebas clave. En las últimas horas, la Justicia dio a conocer los mensajes entre Pablo Laurta —militante libertario y principal acusado— y la primera de sus víctimas. Los chats confirman que Laurta planificó el recorrido con información falsa para engañar al conductor y llevarlo hasta Córdoba, donde finalmente lo asesinó.

En los mensajes, Laurta se comunicó con Palacio para solicitarle un viaje "por Entre Ríos", pasando por ciudades como Federación y Federal, y supuestamente finalizando en Rafaela. En ningún momento mencionó Córdoba, su destino real. Esta omisión no fue casual: buscaba evitar sospechas y garantizar que el chofer aceptara el servicio sin objeciones.

“Buenas Martín. Saldría el martes 7 a las 20 desde Federación… de ahí a Federal y luego a Rafaela. ¿Podés confirmarme el precio?”, le escribió el acusado. El remisero respondió con disponibilidad y buena predisposición, sin saber que ese sería su último viaje.

Los investigadores sostienen que Laurta utilizó una estrategia deliberada para ejecutar el crimen sin despertar alertas. Incluso mencionó futuros traslados hacia Posadas, como si se tratara de un cliente habitual. Este comportamiento, ahora documentado en el expediente, refuerza la hipótesis de un accionar premeditado.

Tras el asesinato de Palacio, Laurta se dirigió a Córdoba, donde cometió los femicidios de su pareja Luna y de su suegra Mariel. También raptó a su hijo, lo que agrava aún más el cuadro legal. Aunque la causa tiene alcance nacional,  el caso generó una fuerte reacción social y pedidos de justicia inmediata.

La evidencia que sostiene la acusación

Para la fiscalía, los mensajes son una prueba contundente de que el crimen estuvo planificado desde el inicio. Lejos de tratarse de un impulso o un hecho aislado, se trató de un recorrido montado para cumplir un objetivo: deshacerse primero del remisero que podía delatarlo, y luego atacar a su entorno más cercano.

La causa está caratulada como homicidio triplemente agravado, con premeditación y vínculo, y se espera que avance hacia juicio en los próximos meses. La defensa intentaría desvirtuar el carácter planificado, pero el contenido de los chats deja poco margen para una interpretación inocente.

 


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