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Condenaron a un alumno por detonar una bomba y dejar sorda a una chica

El padre de la víctima resaltó que después del incidente el adolescente siguió haciéndole bullying a su hija

Condenaron a un alumno por detonar una bomba y dejar sorda a una chica

En julio del año pasado un alumno del colegio Don Bosco de Mar del Plata detonó durante el recreo una bomba de fabricación casera para cumplir con un reto viral de la red social TikTok y le causó la pérdida casi total de audición a otra adolescente.

Para la Justicia no se trató de una travesura. Fue un delito y en las últimas horas condenaron al responsable a la pena de un año y seis meses de prisión de ejecución condicional.

El diagnóstico de los médicos también fue contundente: la explosión le había causado a Azul Zabaleta la pérdida de más del 96% de la capacidad auditiva. Y aunque ya pasaron un año y tres meses de ese momento, la joven sigue sufriendo las secuelas. “Nunca se pudo recuperar al ciento por ciento”, remarcó su padre, y detalló que su hija “quedó muy afectada con el equilibrio, no puede discriminar los sonidos y sigue bajo tratamiento psicológico” por lo que pasó.

Después de la “bomba”, el bullying

Todo sucedió el 8 de julio de 2022 durante uno de los recreos, en la galería de planta baja del Don Bosco. La “bomba casera” estaba en un tacho de basura y era en verdad una botella de plástico, en la que se mezclaban cloro y agua para provocar una reacción química cuya liberación de gases derivaba en una explosión.

“Hizo esa bomba a sabiendas de los daños que podía provocar y aún así lo hizo, porque su intención era dañar a alguien”, apuntó ahora Zabaleta sobre el accionar del chico, que en aquel momento cursaba el último año del secundario. Y lamentó: “Después, la aleatoriedad quiso que le tocara a mi hija”.

Azul, entonces de 15 años, pasó caminando por ese pasillo de la escuela justo cuando se produjo la explosión y “se desmayó del dolor”, según indicó su familia oportunamente a un medio local. Cuando recuperó el conocimiento, ya nada volvió a ser igual.

Su papá la llevó en brazos al hospital y los médicos decidieron dejar a la adolescente internada. En pocas horas, tuvieron que realizarle tres intervenciones quirúrgicas consecutivas y después iniciar un tratamiento con altas dosis de corticoides y sesiones de cámara hiperbárica con el obejtivo de bajar la inflamación de los tímpanos.

“Teníamos un delincuente dentro del colegio”

Azul y el joven que detonó la bomba de fabricación casera siguieron yendo al mismo colegio hasta que el joven, que era mayor que ella, egresó. Sin embargo, lejos de las disculpas que podían esperarse por lo que había ocurrido, Zabaleta subrayó que ese pedido de perdón nunca llegó. Todo lo contrario: el alumno se dedicó a hacerle bullying a su hija hasta que consiguieron una restricción de acercamiento.

“Mi hija lo veía a este chico en la escuela y tenía pánico, él la seguía molestando”, afirmó el padre de Azul. Por ejemplo, contó, “cuando la cruzaba en los pasillos el chico se ponía un papel celofán en la boca y le hacía como un silbido, fuerte”, sonido que a ella le afectaba mucho más debido a las secuelas que padecía tras el incidente.

“La escuela hizo poco y mal”, sostuvo Zabaleta, que por esta misma razón ya inició una demanda civil y espera el avance también del sumario administrativo que lleva adelante el Ministerio de Educación. De hecho, añadió, “el fiscal pidió iniciar otra causa a la inspectora que le corrresponde a la escuela por entorpecer la investigación”.


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