En un contexto de fuerte tensión social y malestar en el sistema educativo, Cristina Fernández de Kirchner se reunió con David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación, y Sonia Alesso, titular de CTERA. El encuentro se llevó a cabo en su oficina de la calle San José en la Ciudad de Buenos Aires, y giró en torno a la situación crítica de la educación pública y el impacto de las políticas del Gobierno nacional.
La expresidenta, desde su domicilio donde cumple prisión domiciliaria, no dudó en calificar la gestión de Javier Milei como una "catástrofe social", haciendo foco en el ajuste y la pérdida de derechos que —según expresó— afectan especialmente a los sectores más vulnerables.
Durante la reunión, los tres referentes conversaron sobre el rol central de la educación pública en la movilidad social ascendente, una idea que Fernández de Kirchner considera fundamental y que hoy, afirma, está siendo desmantelada por las decisiones del Ejecutivo. Además, intercambiaron visiones sobre la conflictividad internacional y los desafíos del sistema educativo a nivel global.
La visita de Edwards, máximo referente de una organización que agrupa a más de 30 millones de docentes en el mundo, también significó un gesto de respaldo a los gremios argentinos frente al avance de políticas que recortan presupuesto y limitan derechos laborales. En esa línea, Sonia Alesso expuso la preocupación del sector por la suspensión del FONID, la falta de paritarias y el deterioro de las condiciones de trabajo.
El mensaje de Cristina tras el encuentro fue breve pero contundente: agradeció la visita de Edwards y denunció que las políticas actuales están profundizando la desigualdad y dejando a amplios sectores de la sociedad sin herramientas para salir adelante. También reforzó su defensa de la escuela pública como garante de igualdad de oportunidades, en momentos en que ese principio parece estar en disputa.
Aunque sin cargo institucional, la exmandataria sigue marcando presencia en el escenario político. Con esta reunión, volvió a posicionarse como una voz crítica frente al rumbo del país, sobre todo en un tema tan sensible como la educación.