En enero de 2000, la ciudad de Río Grande en Tierra del Fuego se vio sacudida por el brutal asesinato de Eva Falcón a manos de su pareja, Ramón Ángel Abregú, quien la atacó con cuatro balazos mientras estaba embarazada de siete meses. Tras su detención y juicio, Abregú fue condenado en septiembre del mismo año a 20 años de prisión por el delito de "homicidio simple". Sin embargo, la condena no duraría mucho en concretarse.
En febrero de 2001, menos de cuatro meses después de su sentencia, Abregú se fugó del establecimiento carcelario de Río Grande. Las circunstancias de su escape estuvieron marcadas por las notables deficiencias de seguridad del lugar, que era custodiado por solo tres policías encargados de 23 reclusos. La fuga no fue detectada hasta la tarde, durante el cambio de turno de los guardias.
Durante 22 años, Abregú logró evadir a las autoridades. Se cree que se refugió en la selva del Chaco Salteño y logró trasladarse sin ser detectado entre provincias e incluso cruzó la frontera con Chile. Todo esto, según su abogado, sin tener documentos y pasando furtivamente por varios puntos de control fronterizo.
En un giro sorprendente de los eventos, tras más de dos décadas en fuga, Abregú decidió presentarse en el mismo tribunal que lo había condenado. Alegando que la causa contra él había prescripto después de 20 años, solicitó su liberación. Según su defensa, el período de prescripción de la causa comenzó a operar el 1º de marzo de 2001 y venció el 1º de marzo de 2021.
En la época de su juicio, el sistema judicial no contemplaba la perspectiva de género en los homicidios ni el agravante por el vínculo entre el victimario y la víctima. Por ello, Abregú no fue condenado por "femicidio", una figura que hubiera añadido gravedad a su condena.
Las fuentes consultadas apuntan a que, con Abregú ahora detenido, los jueces no tendrían otra opción que reconocer la prescripción y liberar al hombre, especialmente dada su edad avanzada que podría permitirle solicitar prisión domiciliaria. No obstante, desde la fiscalía se señala que la situación "no es tan automática", y existen tratados internacionales que podrían aplicarse y afectar su liberación.
Tras 22 años, la reaparición de Abregú ha reavivado el recuerdo del caso que conmovió a Río Grande en el año 2000. La víctima, Eva Falcón, había intentado refugiarse en un hospital tras ser herida por su pareja, pero fue rematada con cuatro disparos adicionales en un trágico desenlace. El retorno de Abregú a la justicia abre un nuevo capítulo en esta historia.
