El Gobierno designó este martes a Mariano Pirozzo —exinterventor del Hospital Nacional Bonaparte— como nuevo director médico ejecutivo del hospital Garrahan. Su nombramiento no responde a un decreto de necesidad y urgencia, como exigiría una intervención, sino que fue resuelto por el Consejo de Administración, que está integrado en su mayoría por representantes del Poder Ejecutivo nacional
Según se pudo saber, Pirozzo ocupa el cargo que dejó vacante Mariel Sánchez, quien recientemente fue nombrada presidenta del Consejo.
Desde el Ministerio de Salud destacaron el perfil técnico del nuevo funcionario. “Neurocirujano de amplia trayectoria y con experiencia en gestión hospitalaria, el Dr. Mariano Pirozzo asumió la Dirección Médica con el compromiso de consolidar una nueva etapa de orden, eficiencia y fortalecimiento institucional”, indicó el comunicado oficial del hospital.
Antes de asumir en el Garrahan, Pirozzo fue jefe de Neurocirugía en la Clínica Sagrada Familia, director del área de Servicios Técnicos del Hospital Baldomero Sommer, y coordinador del Servicio de Neurocirugía del Hospital El Cruce. También trabajó en OSDE y se formó en el Hospital Militar Central “Cosme Argerich”.
La decisión generó malestar entre los trabajadores del hospital, en medio de un conflicto gremial que lleva más de un mes. Desde la seccional ATE-Garrahan consideran que se trata de un paso más en la línea de “vaciamiento” de la salud pública que denuncian desde el inicio de la gestión.
“El Gobierno impulsa la designación de un personaje nefasto como Pirozzo, responsable de despidos en el Bonaparte, para avanzar en el ajuste sobre el Garrahan”, afirmó Alejandro Lipcovich, secretario general del gremio. Y agregó: “No lo nombran por su trayectoria médica, sino por sus antecedentes como ejecutor del desmantelamiento de hospitales”.
El conflicto en el Garrahan se intensificó luego del reclamo salarial de los médicos residentes, que consiguieron un bono extra financiado con recursos propios del hospital. Sin embargo, el Gobierno nacional luego redefinió el régimen de residencias como “becas”, lo que condicionó el acceso a esos ingresos a la renuncia al contrato laboral con recibo de sueldo, aportes jubilatorios y cobertura social.
En medio de este panorama, el descontento gremial se tradujo en la convocatoria a un paro para el jueves 10 de julio y la adhesión a una movilización nacional el próximo 17 de julio.