El presidente Javier Milei cerró este miércoles el Encuentro de Líderes que se realizó en La Rural, donde disertó sobre el tipo de cambio, la acumulación de reservas y se diferenció de otras gestiones.
El mandatario defendió el esquema de flotación y sostuvo que “las bandas están para ponerle un límite a la volatilidad” y evitar los cambios abruptos en precios y salarios. “Para que cuando un argentino se levante, el tipo de cambio no sea cualquier cosa porque viene de 90 años de que lo estafen”, dijo.
También consideró que en el país hay “tipos” que "con medio palo verde hacen saltar el dólar y aparecen los periodistas cómplices de esto y ponen 'estalló el tipo de cambio', con lo cual le pudren la cabeza la gente", agregó.
Para Milei, "no se cumplen ninguna de las condiciones para flotar como lo haría Estados Unidos o países con mercados mucho más completos y profundos. Una forma de arreglar esto es haciendo la economía más abierta, pero aparecen los parásitos prebendarios exigiendo que los argentinos paguen más caros bienes de peor calidad. ¿A ustedes les queda claro que los que están pidiendo protección están pidiendo salarios más bajos?"
Por otra parte, descartó que la acumulación de reservas deba hacerse a cualquier costo y cuestionó a quienes exigen acelerar ese proceso. Sostuvo que, con equilibrio fiscal, no tiene sentido forzar compras de divisas:
“¿Qué es eso de acumular reservas si los intereses los pago con equilibrio fiscal y la deuda la rolleo en el mercado? Si tienen del otro lado a los kukas que dicen que no van a pagar, pueden tener un problema de rollover”. En esa línea, rechazó la idea de emitir para comprar dólares y sostuvo que sería perjudicial para la población.
Qué dijo Milei sobre las importaciones
En medio del furor de las importaciones y plataformas de compra como Shein y Temu, el Presidente hizo referencia a la competitividad local.
"Si se abre la economía y determinado sector quiebra es porque el bien que se está trayendo de afuera es de mejor calidad y/o más barato. Cuando pasa eso, tienen un ahorro que lo van a gastar en otro bien, que además es más productivo y lo quiere la gente. No se genera pérdida de empleo y como van a un sector más productivo, la economía gana en productividad, y además como los individuos disponen de mayor calidad de bienes, son más felices".
"El empresario que quiere defender su prebenda y cazar en el zoológico, va a estar peor. La pregunta es de índole moral: ¿salvamos a un prebendario tiracoimas a políticos y periodistas, o a los argentinos?", se cuestionó el presidente.
Milei se comparó con Mauricio Macri
Durante el encuentro, el jefe de Estado volvió a cuestionar la gestión económica del expresidente Mauricio Macri y sostuvo que no es comparable con su Gobierno. Argumentó que en ese período no se encaró un ajuste real del gasto: "No se puede comparar con 2017 porque nunca se hizo el ajuste fiscal. Mauricio Macri en ningún momento lo corrigió, sino con endeudamientos", afirmó, antes de remarcar que "se tomaron 60.000 millones de dólares neto".
En contraposición, defendió su gestión al destacar que actualmente el Estado registra otro escenario: "nosotros cancelamos deuda", aseguró, y subrayó que su administración muestra superávit fiscal.
El Presidente defendió los resultados de su política económica y afirmó que, si perteneciera a otro espacio político, el reconocimiento sería mayor. “Bastante laburo nos costó que 13 millones de argentinos salgan de la pobreza. Si toman cada uno de los logros de este Gobierno, si yo hubiera sido peronista, hoy la mitad de las calles llevaría mi nombre”.
Críticas a consultoras y economistas
Milei también apuntó contra analistas del mercado por sus estimaciones cambiarias. Acusó a algunas consultoras de acomodar los cálculos para favorecer intereses particulares: “Toman una serie y calculan el promedio según dónde les gusta que quede el tipo de cambio, en especial para salvar a clientes que están siendo víctimas de sus malas recomendaciones. Que quieran licuar con el hambre de los argentinos sus errores de pronósticos es todo un tema”.
El Presidente vinculó esos pronósticos con el contexto político: “Aquellos que profetizaron el apocalipsis, negaron el 'riesgo kuka' y después de que el riesgo país se desplomó tras las elecciones lo siguen negando”.
También fue tajante respecto a quienes omiten el impacto del ajuste en el tipo de cambio: “Hay que ser caradura e ignorante para tomar la serie de tipo de cambio real e ignorar la cuestión fiscal. Nosotros bajamos el gasto público 30% en términos reales, eso les permite vivir con un tipo de cambio real más bajo”, afirmó.
En la misma línea, Milei opinó que el uso de promedios en el tipo de cambio no es una herramienta válida por la naturaleza oscilante del mercado local. Según explicó, “la volatilidad en la Argentina se caracteriza porque en la época de populismo desenfrenado el tipo de cambio se va a las nubes y cuando hay un gobierno ordenado se aprecia. Dada esa volatilidad, no tiene sentido trabajar con promedio”.
Al referirse a la política monetaria, el mandatario mencionó nuevos estudios que cuestionan los plazos históricamente utilizados para medir el impacto del dinero: “El rezago de la política monetaria como la estudiábamos mostraba entre 18 y 24 meses. Un trabajo nuevo de la Universidad de Córdoba prueba que son 26 meses”.
Desde allí justificó la decisión de mantener firme el control sobre la base monetaria: “Si nosotros fijamos la cantidad de dinero a mitad del año pasado cuando terminamos de limpiar el balance del Banco Central porque tenía instrumentos de esterilización monetaria que genera crecimiento endógeno de la cantidad de dinero, por eso no queremos volver a esa clase de instrumentos. No somos dogmáticos, no queremos ver más inflación en la Argentina”.
Mensaje al “círculo rojo” y al electorado
El Presidente también cargó contra sectores empresarios y de poder a los que responsabiliza por haber lucrado con la crisis del país: “Nosotros tenemos que reportarle a 47,5 millones de argentinos, no a cuatro o cinco atorrantes del círculo rojo que han vivido de empobrecer a la Argentina”.
Finalmente, aseguró que su gestión es consciente de que el dólar condiciona las expectativas sociales y políticas, y que la responsabilidad recae directamente sobre el Gobierno: “Los argentinos forman sus expectativas mirando el dólar, no me tengo que enojar con eso, sino resolver problemas y si no lo hago estaría muy bien que no me renueven el contrato”.