A menos de un mes de las elecciones legislativas, una resolución judicial sacudió el armado de La Libertad Avanza en Buenos Aires. La fiscal federal Laura Roteta dictaminó que la candidata Karen Reichardt debe encabezar la lista libertaria, desplazando así a Diego Santilli, quien ya venía mostrándose como el número uno del espacio tras la salida de José Luis Espert.
La decisión responde a la aplicación de la ley de paridad de género. Luego de la renuncia de Espert —envuelto en un escándalo por financiamiento irregular— los apoderados de LLA pidieron subir a Santilli al primer lugar. Pero Roteta rechazó el planteo por considerar que esa modificación ampliaría la brecha de género en vez de achicarla, contrariando el espíritu de la normativa vigente.
El dictamen indica que debe respetarse el orden original con un corrimiento ascendente, lo que deja a Reichardt como cabeza de lista. Ahora resta que el juez Alejo Ramos Padilla confirme la resolución, aunque todo indica que la Justicia mantendrá el criterio de paridad.
El revés impacta de lleno en la estrategia del oficialismo libertario, que ya había avanzado con la solicitud para reimprimir las Boletas Únicas de Papel (BUP), con Santilli al frente. Se estima que el proceso de impresión está avanzado en un 80% y el costo de una nueva tirada rondaría los 10 millones de dólares.
Además, esta movida deja en evidencia la creciente influencia del PRO dentro de LLA, especialmente en Buenos Aires. Santilli, una figura ligada históricamente a Mauricio Macri, venía ganando protagonismo y compartió actos con Javier Milei, Karina Milei, Patricia Bullrich y Cristian Ritondo en los últimos días.
Desde Salta, donde la interna libertaria también se sigue con atención, la situación refleja las tensiones entre el armado original de Milei y los sectores aliados del macrismo. La figura de Reichardt, poco conocida a nivel nacional, representa una apuesta inesperada en una campaña que ya venía con obstáculos.
Mientras tanto, Milei continúa con sus actos en el interior del país, intentando sostener el impulso electoral. Pero la incertidumbre en su bastión más importante —la provincia de Buenos Aires— plantea interrogantes sobre la solidez del armado libertario en este nuevo capítulo político.
Reichardt se encamina así a liderar la boleta en un escenario electoral complejo, con un equipo desordenado y una interna que, lejos de resolverse, se profundiza.