El clima en la Cámara de Diputados volvió a tensarse luego de la ausencia de tres figuras clave del Gobierno nacional en la sesión prevista para este martes. La oposición exige que Karina Milei, Luis Caputo y Mario Lugones se presenten cuanto antes ante el Congreso para ser interpelados, tras haber faltado sin previo aviso a una citación formal.
Los tres funcionarios estaban convocados por resolución votada el pasado 8 de octubre, en el marco de una interpelación constitucional. Sin embargo, desde el Ejecutivo informaron, a última hora, que no asistirían por "cuestiones de agenda", lo que desató fuertes críticas desde los bloques opositores.
Karina Milei, secretaria general de la Presidencia; Caputo, ministro de Economía; y Lugones, a cargo de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), deben dar explicaciones por temas sensibles: desde las negociaciones económicas con Estados Unidos, hasta denuncias por presuntas coimas en el área de discapacidad.
A través de una nota formal enviada al presidente de la Cámara, Martín Menem, los principales bloques opositores exigieron que los funcionarios indiquen con precisión fecha y hora para asistir al recinto. Argumentan que la inasistencia constituye un incumplimiento de funciones y una falta de respeto al Congreso.
Entre los firmantes figuran legisladores de Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre, Desarrollo y Coherencia, y el Frente de Izquierda. En el texto, aseguran comprender la agenda del Ejecutivo, pero advierten que eso no puede justificar eludir la responsabilidad de responder ante el Parlamento.
Desde Salta, sectores opositores también se manifestaron atentos al tema, ya que muchos de los fondos nacionales cuestionados —como los destinados a programas de discapacidad— impactan directamente en la provincia. Asimismo, el manejo de la economía nacional afecta de lleno a las economías regionales, incluyendo a las pymes, productores y trabajadores salteños.
Por ahora, no hay una nueva fecha confirmada para la interpelación. La oposición ya anticipó que insistirá hasta que los funcionarios se presenten. El oficialismo, en tanto, guarda silencio sobre la posibilidad de reprogramar la citación.
Este conflicto pone en evidencia una relación cada vez más tirante entre el Congreso y el Ejecutivo, y deja en suspenso una pregunta clave: ¿hasta dónde llegará la pulseada institucional?