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MOVIMIENTOS ESTRATÉGICOS

Milei reunió a su Gabinete antes del cierre de listas y busca reforzar su gestión en plena campaña

El presidente encabezó un encuentro con ministros y funcionarios clave.

Milei reunió a su Gabinete antes del cierre de listas y busca reforzar su gestión en plena campaña

En medio de un escenario político cada vez más cargado por la proximidad del cierre de listas y la intensificación de la campaña electoral, el presidente Javier Milei encabezó este viernes una reunión con su Gabinete en la Casa Rosada. El encuentro, que tuvo lugar en el Salón Eva Perón, reunió a ministros, secretarios y referentes estratégicos de su gestión, en un gesto que, aunque no fue presentado como urgente, se leyó puertas adentro como un intento de mostrar cohesión y coordinación dentro del oficialismo.

La convocatoria se produjo en un contexto en el que las señales políticas pesan tanto como las económicas. Desde el entorno presidencial insistieron en que el motivo del encuentro no responde a una urgencia puntual ni a ninguna situación de crisis específica. Sin embargo, resulta difícil desligar la reunión de un contexto de tensión creciente, tanto en lo económico como en lo institucional, con un oficialismo que busca afianzarse ante un electorado cada vez más exigente y un Congreso que resiste con fuerza algunas de sus principales iniciativas.

Estuvieron presentes todos los ministros nacionales, junto con figuras clave del círculo más íntimo del presidente: Karina Milei, secretaria general de la Presidencia; el vocero Manuel Adorni; la secretaria de Legal y Técnica, María Ibarzábal Murphy; y el asesor estratégico Santiago Caputo. A pesar de tratarse de otro poder del Estado, también participó Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados y pieza clave para destrabar el frente legislativo.

La fecha elegida, un viernes previo a un fin de semana largo, no fue casual. Si bien desde el Gobierno buscaron bajarle el tono político a la reunión, algunos funcionarios ya venían de participar del acto de lanzamiento de campaña de La Libertad Avanza en la ciudad de La Plata, donde el propio Milei cerró el evento con un discurso centrado en marcar diferencias con el kirchnerismo, en especial en la provincia de Buenos Aires.

Así, el encuentro de este viernes funcionó también como una instancia para alinear estrategias frente a una campaña que ya está en marcha. Las encuestas reflejan un electorado polarizado, y el oficialismo apunta a consolidar su núcleo duro mientras intenta ampliar su base de apoyo en distritos donde todavía no logra una presencia contundente. En este sentido, la Cuarta Sección Electoral bonaerense, donde Milei desembarcará la semana próxima con un acto en Junín, es uno de los focos de preocupación para el comando libertario.

Mientras tanto, el clima económico no da tregua. En los últimos días, el Gobierno debió lidiar con el impacto mediático y social de las muertes vinculadas al consumo de fentanilo adulterado, una situación que generó preocupación en el área de Salud y expuso algunas falencias en materia de control sanitario. A esto se suman las turbulencias en el sistema financiero, agravadas por decisiones del Banco Central que no lograron despejar del todo las dudas sobre la estabilidad monetaria del país.

Ante este panorama, Milei busca dar señales claras a los mercados y a los votantes. En una reciente conferencia de prensa acompañado por su equipo económico, el mandatario ratificó su compromiso con el equilibrio fiscal, anunciando dos medidas que apuntan a consolidar esa postura: evitar la emisión para financiar el gasto público y presentar un proyecto de ley que penalice la elaboración de presupuestos deficitarios.

Sin embargo, ambos anuncios fueron recibidos con escepticismo incluso dentro del propio oficialismo. En el caso del presupuesto, se trata de una práctica que ya se venía implementando por la vía administrativa. Y el proyecto de ley, hasta ahora, no fue girado al Congreso ni cuenta con el respaldo legislativo necesario para avanzar.

En este escenario, la estrategia comunicacional del Gobierno se enfrenta a un dilema: cómo sostener una narrativa de control y eficiencia mientras se lidia con dificultades reales y se batalla en varios frentes. En Balcarce 50 reconocen que “no hay muchos cartuchos” disponibles para las próximas semanas, y que la campaña será la principal herramienta para marcar la cancha.

En ese marco, la elección de eslóganes como “Kirchnerismo Nunca Más” apunta a consolidar la identidad del espacio libertario en contraposición directa con el modelo que encarna Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires. Una fórmula que, si bien puede generar adhesión en sectores ya afines, deberá enfrentar la prueba del voto en distritos clave como el conurbano bonaerense, donde el kirchnerismo mantiene una base fuerte y estructural.

A nivel nacional, la figura de Milei todavía conserva altos niveles de adhesión, especialmente en provincias del norte argentino como Salta, donde su discurso disruptivo y las promesas de un “nuevo orden” encontraron eco entre votantes cansados de los partidos tradicionales. No obstante, los efectos concretos de sus políticas comienzan a ser evaluados con mayor detenimiento, y eso puede incidir directamente en el resultado electoral de octubre.

Las decisiones tomadas desde Casa Rosada en materia de recortes presupuestarios y reformas estructurales tienen un impacto directo en las provincias, sobre todo en lo que respecta a obra pública, coparticipación y subsidios. En ese sentido, los intendentes y legisladores locales miran con atención cada movimiento del Ejecutivo nacional, sabiendo que la campaña también se juega en el territorio.

El encuentro de Gabinete fue, entonces, mucho más que una simple reunión de rutina. En plena recta final hacia la definición de candidaturas y con varios frentes abiertos, Milei busca blindar su equipo, ordenar la gestión y preparar el terreno para una campaña que promete ser intensa y decisiva.

Aún resta saber cómo responderán los mercados, el Congreso y, sobre todo, la ciudadanía, a las señales que emite el Gobierno. Por ahora, el presidente apuesta a la disciplina interna, al discurso duro y a una campaña polarizante que lo mantenga en el centro de la escena política. En provincias como Salta, el impacto de esas decisiones ya comienza a sentirse, y el electorado será quien tenga la última palabra.


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