En un contexto de tensiones políticas al rojo vivo, el presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel protagonizan un nuevo capítulo de cruces que sacuden la cima del poder en Argentina.
Sin embargo, en medio de este torbellino, Milei buscó enviar un mensaje de unidad con un gesto público: un desayuno compartido con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que no pasó desapercibido. La imagen, difundida en la red social X, muestra a ambos ante un plato de masas, acompañada de un texto que apunta a consolidar la estrategia de La Libertad Avanza de cara a las elecciones legislativas de octubre de 2025.
El trasfondo de este encuentro no es menor. Hace apenas unas semanas, Milei había tildado de “traidora” a Villarruel por su participación en la sesión del Senado que aprobó un aumento en las jubilaciones, una medida que generó fuertes críticas desde el oficialismo.
La vicepresidenta, lejos de quedarse callada, retrucó con dureza, sugiriendo que el Gobierno debería “ahorrar en viajes y en la SIDE” antes de meter mano en las jubilaciones o las pensiones por discapacidad. Este cruce no solo evidenció diferencias internas, sino que también dejó en claro que las relaciones dentro del espacio libertario no atraviesan su mejor momento.
Pero las tensiones no terminan ahí. Días antes, la propia Patricia Bullrich había apuntado contra Villarruel, acusándola de ser “cómplice” del kirchnerismo por su postura en el Senado. Estas palabras encendieron aún más la interna, generando un clima de desconfianza que el presidente parece querer apaciguar con gestos públicos como el desayuno compartido.
En su posteo en X, Milei no escatimó en mensajes optimistas y combativos: “Aquí junto a Pato Bullrich en pleno desayuno conversando sobre lo que será el camino a octubre para defender los logros (que el Partido del Estado quiere romper) y trazando los nuevos objetivos de cara al futuro para la prosperidad de los argentinos de bien.
¡VLLC!”. La sigla, que significa “Viva La Libertad Carajo”, se ha convertido en un emblema del discurso libertario, y su uso en el mensaje refuerza la intención de movilizar a las bases de cara a las elecciones.
Aquí junto a @PatoBullrich en pleno desayuno conversando sobre lo que será el camino a Octubre para defender los logros (que el Partido del Estado quiere romper) y trazando los nuevos objetivos de cara al futuro para la prosperidad de los argentinos de bien.
— Javier Milei (@JMilei) July 13, 2025
VLLC! pic.twitter.com/PEIO0CDbdZ
El encuentro entre Milei y Bullrich no solo busca calmar las aguas internas, sino también enviar una señal al electorado. Con las elecciones legislativas a la vista, el oficialismo necesita mostrar cohesión y fortaleza frente a una oposición que, según el relato del presidente, busca “romper” los avances logrados.
La imagen de un desayuno distendido, con masas de por medio, apela a una narrativa de cercanía y trabajo en equipo, algo que el Gobierno necesita proyectar para consolidar su base de apoyo.
La elección de X como plataforma para difundir este mensaje no es casual. La red social, que Milei utiliza frecuentemente para comunicarse directamente con sus seguidores, permite un alcance inmediato y sin filtros. Además, el tono del mensaje, con referencias al “Partido del Estado” y a la “prosperidad de los argentinos de bien”, está diseñado para resonar con el núcleo duro de votantes libertarios, que valoran el discurso antiestablishment y las promesas de cambio estructural.
Sin embargo, el contexto político sigue siendo complejo. La aprobación del aumento jubilatorio en el Senado, impulsada por sectores de la oposición y con el aval tácito de Villarruel, generó un fuerte malestar en el equipo económico de Milei, que apuesta por mantener el ajuste fiscal como pilar de su gestión. Este desencuentro pone en evidencia una contradicción interna: mientras el presidente busca proyectar una imagen de unidad, las diferencias estratégicas y discursivas dentro de La Libertad Avanza son difíciles de ocultar.
Por su parte, Bullrich, una figura clave en el Gabinete, parece haber recuperado protagonismo tras el episodio. Su rol como ministra de Seguridad y su trayectoria política le otorgan un peso específico dentro del espacio, y su presencia en el desayuno con Milei refuerza su lugar como aliada estratégica. No es un detalle menor que la foto se haya viralizado rápidamente, generando reacciones tanto de apoyo como de críticas en las redes sociales.
El camino hacia octubre no será sencillo. Las elecciones legislativas representarán un desafío clave para el oficialismo, que deberá defender su gestión en un contexto de inflación persistente, tensiones sociales y un escenario político fragmentado. La imagen de Milei y Bullrich compartiendo un desayuno puede ser un intento de mostrar que el Gobierno está unido y enfocado en sus objetivos, pero los cruces con Villarruel y las críticas internas sugieren que la unidad es, por ahora, más un deseo que una realidad.
En este escenario, la estrategia de comunicación del presidente apuesta por gestos simbólicos y un discurso combativo que mantenga movilizada a su base. La pregunta es si estos esfuerzos serán suficientes para consolidar el apoyo electoral en un contexto de creciente polarización. Por lo pronto, el plato de masas y el mensaje en X marcan el tono de una campaña que ya comenzó a tomar forma.