Las comunidades de Rancagua y Pergamino se encuentran movilizadas en una muestra de profundo dolor y solidaridad, impulsando una cadena de oración por la salud de Catalina, la nena de 10 años que continúa internada con pronóstico reservado tras la explosión ocurrida en una feria de ciencias.
La pequeña sufrió quemaduras graves en el rostro y otras partes del cuerpo, y permanece en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital Garrahan, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí recibe atención y monitoreo constante por parte del equipo médico especializado.
Según informaron fuentes médicas, su estado es delicado, y los profesionales evalúan con cautela su evolución neurológica y general.
En redes sociales, vecinos, docentes y compañeros de escuela expresaron mensajes de apoyo y fe para acompañar a la familia de Catalina en este difícil momento.