por José Brandan (*)
El parque automotor de Salta creció a niveles catastróficos en los últimos años, como en el resto del país. El acceso al crédito y a vehículos de porte pequeño brindaron la posibilidad de “democratizar” los motores. Las consecuencias han sido complejas y, entre otros problemas, hoy tenemos un casco céntrico colapsado, falta de respeto sistemática hacia las leyes y ordenanzas de tránsito y algo aún peor: muchas muertes en accidentes de tránsito.
Algo que debemos entender cuanto antes es que todo vehículo es, además de un transporte, un arma mortal, más aún cuando cae en manos equivocadas, manos irresponsables.
A pesar de las trabas y dificultades para acceder a un carnet de conducir, exámenes, cursos, videos, etc… a la hora de conducir, la falta de formación de los conductores está a la orden del día. La culpa es nuestra, de quienes conducimos.
Además ¿quién no se molesta cuando un servidor público le realiza una multa por estacionar en doble fila? Y esa es una falta menor, lo grave se da con quienes manejan a velocidades altas y no permitidas, los que no ceden el paso a peatones en esquinas tirándoles sus vehículos encima, quienes conducen motocicletas sin casco y ni hablar de los que directamente suben a toda una familia a un ciclomotor, exponiéndolos. Todas estas, postales cotidianas salteñas.
Educación y poco tiempo para actuar
El problema es principalmente de educación, se sabe, y debemos trabajar en ello, pero ¿qué se hace mientras tanto?
Las ciclovías funcionan bien, siempre y cuando los ciclistas las transiten aprovechando los veneficios de estas. Si nos movemos en bici, evitando circular por ellas y utilizando calles no preparadas para este tipo de vehículos, de nada sirven ¿Qué hacemos en Salta? Manejamos en bicicleta por calle caseros, sin importarnos que en Belgrano hay una “bicisenda” que corre en el mismo sentido y se encuentra a apenas dos cuadras de allí. No entendemos.
Los ciudadanos de Rosario de Santa Fe fueron muy críticos con la implementación de ciclovías en su momento, pero hoy no se ven bicicletas circulando por calles que nos las tengan, los rosarinos las aprovechan. Buenos Aires tembló con el sistema de Metrobús que obliga a circular en carriles exclusivos, la gente no lo entendía. Hoy lo muestran cómo símbolo de organización y modernidad, se adaptaron.
Lleva unos cinco a seis años cambiar la cabeza en este tipo de temas y lamentablemente las sanciones económicas son parte del aprendizaje: probado está, con los cursos no alcanza.
La educación es muy eficiente en mentes jóvenes, los que ya viven de una forma se resisten hasta que la experiencia y las sanciones económicas les demuestran lo contrario.
Fotomultas
La provincia de Córdoba estalló en furia cuando se implementaron las fotomultas. En esos años, Córdoba padecía un índice de mortandad brutal por accidentes de tránsito (en Salta las cifras no son tranquilizadoras). Las multas, duras e implacables, y orientadas a velocidades que a cualquier persona que haya transitado por allí le parecen demasiado lentas (60 kilómetros de máxima cuando se pasa por una ruta que atraviesa zonas urbanas), molestaron a los mediterraneos. Sin embargo, la reducción de accidentes de tránsito y fatalidad fue tan exitosa que hasta quienes no cumplen con las reglas de tránsito en sus provincias de origen ponderan el sistema. El precio de cada fotito llegada a un domicilio obliga a que esto suceda: cumplo porque sino me duele.
De una forma u otra, este tipo de acción “obliga” a todos por igual a cumplir las reglas de tránsito, y a largo plazo “acostumbra” y educa ¿Alguna vez caminó por España? ¿Vio como los automóviles detienen la marcha para que los peatones que se encuentran en una esquina crucen la misma? Los europeos no son ni mejores, ni más avanzados que nosotros, sencillamente ya hicieron el aprendizaje. Ellos son, si se quiere, más concientizados. Cumplen la ley, y la cumplen porque sino la multa es cara y a nadie le sobra un euro.
Discusiones dentro del Concejo Deliberante
El Honorable Concejo Deliberante capitalino no destaca desde hace años. Más dispuesto a la puja política partidaria, los proyectos tribuneros y la concentración de poder per sé, el recinto a veces se muestra como una máquina de impedir.
La necesidad manifiesta de defender lo indefendible tuvo su apogeo hace apenas unas semanas, cuando con discurso populistas y plagados de vicios ocultos, la mayoría que lo controla pretendió prorrogar la ordenanza que permite la instalación de puestos y carpas en el Parque San Martín.
Lo mismo sucedió con los manteros. Una ola de punteros políticos, negocios de unos cuantos, explotación laboral, y lo peor de todo, violencia. Un muchacho degollado en una puja por quien se instala y quien no. Ausencia Policial y zonas liberadas ¿es que acaso no les alcanza a nuestros concejales para dimensionar las consecuencias?
Bettina Romero, la intendenta capitalina, tuvo el tino de vetar esa prorroga. El espacio público es público, o sea “de todos”, y en algún momento deben aparecer políticos dispuestos a hacer que la ley se cumpla en beneficio de todos y no de unos cuantos. Algo que el Concejo Deliberante capitalino no estuvo dispuesto a hacer. Ellos, allí dentro, velan por sus propios destinos. Las elecciones para renovar banca son en apenas cuatro meses… que el costo político lo pague otro, ¿le suena?
Con las fotomultas pasó y pasa lo mismo. Nadie está dispuesto a tomar medidas impopulares, aunque sean para beneficio de todos. Pasó con el crematorio, tan necesario en una ciudad como Salta, pero que al día de hoy brilla por su ausencia. Si la servilleta con el número adecuado no llega, no te lo apruebo. Si no lo aprueban no está. Efectivamente, el crematorio no está.
Esta columna cierra ahora, sin ánimos de defender a CECAITRA, que esto quede claro. Este redactor, solo llama a reflexionar sobre la necesidad de avanzar -cuanto antes- en este tipo de método de sanción, dado que hasta que la educación y la tan anciada consciencia sean la regla para la totalidad de quienes tienen la responsabilidad de operar esas armas letales llamadas medios de transporte, es necesario sancionar a quienes incumple las normas. Queremos que reflexione o lisa y llanamente se vea obligado por economía a cumplirlas. Estamos hablando lisa y llanamente de vidas humanas.
P/D: Antecedentes, rosca e intereses
En el pasado reciente tenemos la discusión referida a la recolección de residuos. Indagando un poco, los nombres de personas relacionadas al anterior gobierno nacional (el Messi de las finanzas, por caso) eran las principales accionistas de la empresa que finalmente perdió la licitación. Los allegados a dicho partido fueron quienes se opusieron a que la empresa que ganó finalmente, sea la beneficiada. Hay que aclarar que algunos de ellos son los mismos que se opusieron a que avance el sistema por el cual la municipalidad se había decantado y que finalmente ganó, ya que estaba a años luz de la "opositora". Esperemos que esta vez la cuestión avance para bien de todos y no de unos pocos intereses económicos y partidarios, caso contrario, seguirá muriendo gente en accidentes de tránsito.
Concejales, no se manchen las manos con sangre.
(*) Director Agenda/Salta