MÁS DE POLICIALES



Violencia extrema

Asesinaron a puñaladas a un adolescente de 14 años en barrio Solidaridad

Un joven perdió la vida anoche en un cruce entre grupos rivales en la zona sureste de la ciudad, desatando la bronca de los vecinos que se manifestaron en la avenida Pontussi exigiendo justicia.

Asesinaron a puñaladas a un adolescente de 14 años en barrio Solidaridad

En una noche que enluta a la capital salteña, un adolescente de 16 años fue asesinado en un violento enfrentamiento entre dos grupos antagónicos en el barrio Solidaridad, en la zona norte de la ciudad de Salta.

 

El hecho ocurrió cerca de las 22:00 del lunes, en una jornada marcada por la tensión y el dolor de una comunidad que no encuentra respuestas frente a la creciente violencia. Los vecinos, indignados por el crimen, salieron a las calles y cortaron la avenida Pontussi para exigir justicia y mayor seguridad, en un reclamo que refleja el hartazgo de una sociedad golpeada por la inseguridad.

El trágico episodio tuvo lugar en una de las zonas más populosas de la capital salteña, donde los enfrentamientos entre grupos juveniles se han vuelto una constante en los últimos años. Según relataron testigos, el adolescente fue víctima de un ataque en medio de un cruce entre bandos rivales, aunque las circunstancias exactas del hecho aún no están claras. La Policía de Salta, que acudió rápidamente al lugar, confirmó el fallecimiento del joven y trabaja intensamente para dar con los responsables. “Estamos relevando toda la información y recorriendo la zona para identificar a los autores del hecho”, señaló el comisario a cargo de la investigación, visiblemente afectado por la gravedad del caso.

El barrio Solidaridad, ubicado en el corazón de la zona norte, es conocido por su vibrante vida comunitaria, pero también por los desafíos sociales que enfrenta, como la falta de oportunidades para los jóvenes y la presencia de conflictos que, en muchos casos, terminan en tragedia. Los vecinos aseguran que el enfrentamiento del lunes no es un hecho aislado, sino parte de una escalada de violencia que viene creciendo en los últimos meses. “Acá siempre hay problemas, pero esto ya es demasiado. No puede ser que nuestros chicos mueran así”, expresó con dolor una vecina que prefirió no dar su nombre, mientras participaba de la manifestación en la avenida Pontussi.

La bronca de los habitantes del barrio se hizo sentir en la protesta, que comenzó poco después del crimen. Decenas de personas se congregaron en la avenida, bloqueando el tránsito y exigiendo la presencia de las autoridades. Con carteles improvisados y cánticos, los manifestantes pidieron justicia para el adolescente fallecido y medidas concretas para frenar la inseguridad en la zona. “No queremos más muertes, queremos que los chicos tengan un futuro”, gritaba una madre, mientras otros vecinos se sumaban al reclamo con lágrimas en los ojos.

La Policía, que desplegó un operativo en el lugar, intentó calmar los ánimos, pero la tensión se mantuvo durante varias horas. El comisario a cargo del operativo dialogó con los vecinos y aseguró que la investigación está en curso, con peritos trabajando en la escena del crimen para recolectar pruebas. “Estamos comprometidos a esclarecer este hecho y llevar a los responsables ante la Justicia”, afirmó, aunque evitó dar detalles sobre posibles sospechosos para no entorpecer las pesquisas.

El asesinato del joven de 16 años reaviva el debate sobre la seguridad en Salta, una ciudad que, si bien es conocida por su riqueza cultural y su paisaje imponente al pie de los Andes, no está exenta de los problemas que afectan a muchas urbes del país. La violencia entre grupos juveniles, el acceso a armas y la falta de políticas integrales para los sectores más vulnerables son temas que preocupan a los salteños y que, tras esta nueva tragedia, vuelven a estar en el centro de la discusión.Organizaciones sociales y referentes barriales han señalado en reiteradas ocasiones la necesidad de implementar programas de inclusión para los jóvenes, que les brinden alternativas al ocio y los alejen de los conflictos. “En barrios como Solidaridad, los chicos necesitan espacios donde puedan desarrollarse, aprender un oficio, hacer deporte. Sin eso, caen en la calle y estas son las consecuencias”, explicó un vecino que trabaja en una organización comunitaria local.

Se espera que en las próximas horas las autoridades locales se refieran al caso y anuncien medidas para abordar la situación. Desde el Gobierno provincial, en tanto, se ha hecho hincapié en los últimos meses en la importancia de reforzar la presencia policial en los barrios más conflictivos, pero los resultados aún no son visibles para muchos vecinos, que sienten que la inseguridad sigue ganando terreno.

El crimen también pone en evidencia la vulnerabilidad de los adolescentes en contextos de marginalidad. En Salta, como en otras provincias del norte argentino, los jóvenes enfrentan desafíos que van desde la falta de acceso a la educación y el empleo hasta la exposición a entornos violentos. “Perder un chico de 16 años es una tragedia que nos pega a todos. No podemos seguir mirando para otro lado”, expresó un comerciante de la zona, mientras ayudaba a organizar la manifestación.

A medida que la investigación avanza, la Policía espera contar con testimonios clave que permitan identificar a los autores del crimen. Las cámaras de seguridad instaladas en el barrio podrían ser un elemento crucial para esclarecer el caso, aunque los vecinos aseguran que muchas de ellas no funcionan correctamente. “Ponen cámaras, pero no las mantienen. Al final, no sirven para nada”, se quejó un joven que participaba de la protesta.

El impacto de esta muerte trasciende las fronteras del barrio Solidaridad y golpea a toda la sociedad salteña, que se encuentra nuevamente frente al doloroso desafío de construir un futuro más seguro para sus jóvenes. Mientras los vecinos despiden al adolescente con velas y rezos, la ciudad se pregunta cómo evitar que estas tragedias se repitan. La respuesta, sin embargo, no parece sencilla. La combinación de políticas de seguridad efectivas, programas sociales integrales y un compromiso real de las autoridades será clave para que Salta pueda recuperar la tranquilidad que tanto anhela.

En el cierre de la jornada, la avenida Pontussi seguía cortada, con los vecinos decididos a no moverse hasta obtener respuestas. La muerte del joven de 16 años no es solo una pérdida irreparable para su familia, sino un llamado de atención para una ciudad que no puede permitirse seguir llorando a sus hijos. La Justicia, ahora, tiene la palabra, pero la solución a esta problemática requiere del esfuerzo de todos: autoridades, instituciones y la comunidad en su conjunto. Salta, una vez más, está de luto, pero también de pie, exigiendo un cambio.

 


¿Te gustó la noticia? Compartíla!