Un video que se viralizó en las últimas horas en redes sociales ha generado indignación y alarma en Salta.
En las imágenes, captadas el sábado pasado alrededor de las 13:30, se ve a un motociclista circulando completamente acostado sobre el asiento de su rodado por la avenida Bolivia, una de las arterias más transitadas de la zona norte de la ciudad. La maniobra, no solo imprudente sino potencialmente letal, expone una vez más la naturalización de conductas de alto riesgo en las calles salteñas.
La Policía y la Dirección de Tránsito municipal iniciaron una investigación para identificar al responsable. Fuentes policiales confirmaron que la moto no exhibe patente visible en el video, lo que complica la tarea. "Lo están analizando frame por frame, tanto Tránsito como nosotros, pero aún no hay identificación", indicaron. Desde el área municipal agregaron que, al día siguiente, un puesto de control en la Ruta Nacional 51 detuvo a un motociclista con características similares, aunque no se pudo confirmar si se trata de la misma persona.
Avenida Bolivia, con su intenso flujo vehicular diario, podría haber sido escenario de una tragedia en segundos. El conductor, al circular recostado y con la cabeza baja, ignoraba semáforos y el entorno, poniendo en riesgo no solo su vida sino la de automovilistas y peatones. Especialistas en seguridad vial consultados criticaron la ausencia de campañas preventivas sostenidas en la provincia, señalando que este tipo de exhibicionismo suele derivar en accidentes graves.
En coincidencia con las fiestas de fin de año, las autoridades anunciaron la intensificación de controles viales. Además, se está procediendo al repintado de las estrellas amarillas impulsadas por la Asociación Civil Padres de Víctimas de Conductores Ebrios e Irresponsables (Pavicei), símbolos que recuerdan los lugares donde perdieron la vida víctimas de la imprudencia al volante. Una iniciativa simbólica pero necesaria para concienciar sobre las consecuencias irreversibles de estas conductas.
Este episodio no es aislado y refleja un problema estructural: la falta de respeto a las normas básicas de tránsito. Mientras las autoridades buscan al imprudente de avenida Bolivia, queda la reflexión colectiva: ¿cuántas vidas más se necesitan perder para que la prevención deje de ser reactiva y pase a ser prioridad permanente en Salta?