Cientos de políticas de seguridad se habían implementado entre la empresa SAETA y el Ministerio de Seguridad de la Provincia, pero nada parece ser suficiente para los delincuentes.
Cecilia vive en el Asentamiento San Javier, de la zona sudeste de la ciudad y a diario se traslada en colectivo para poder ir a trabajar, en algunas oportunidades lo hace con sus cinco hijos. Su último viaje se volvió un horror cuando cuatro jóvenes, todos menores de edad, se subieron a bordo con una actitud prepotente y sin ánimos de pagar el traslado.
La mujer, testigo de todo, contó a Multivisión que los adolescentes fueron alertados por el chofer del 7D sobre el cobro del boleto, además les sustrajo una tarjeta que no estaba a nombre de ninguno de ellos, luego de esto, les pidió que paguen el boleto. Los jóvenes disimularon buscar tarjetas o dinero entre sus pertenencias, pero siguieron sin abonar.
El chofer, al darse cuenta de la viveza de los jóvenes, frenó el colectivo y les exigió que se bajen, fue allí cuando empezó la pesadilla para Cecilia y todos los pasajeros a bordo. Los adolescentes de entre 13 y 15 años amenazaron e insultaron al chofer, se bajaron y comenzaron a apedrear la unidad de SAETA.
Fuente Bien informados