La justicia salteña inició este miércoles un debate cargado de dolor e impacto social: Lidia Raquel Cardozo comenzó a ser juzgada como presunta autora del homicidio de su hijo de 11 años, un hecho ocurrido el 31 de agosto de 2023 en barrio Solidaridad.
La causa está a cargo de la Sala I del Tribunal de Juicio del distrito Centro, integrada por los jueces Leonardo Feans, Martín Pérez y Francisco Mascarello. El fiscal penal 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Santiago López Soto, representa al Ministerio Público Fiscal en este proceso, que tiene previstas audiencias hasta el 9 de septiembre y contará con la participación de alrededor de 60 testigos citados por las partes.
El hecho que conmocionó a barrio Solidaridad
El caso salió a la luz el último día de agosto del año pasado, cuando el niño fue ingresado sin vida al hospital Papa Francisco, en la zona sudeste de la ciudad. El informe médico detalló que el menor presentaba múltiples lesiones externas y una herida grave en la cabeza. La autopsia confirmó que la causa del deceso fue un traumatismo encéfalo craneano grave por lesión punzopenetrante.
Las primeras investigaciones señalaron que el niño convivía con su madre en una vivienda de barrio Solidaridad. Según las pericias, habría sido agredido físicamente con un objeto contundente que le provocó la lesión mortal.
Antecedentes de violencia
El expediente judicial da cuenta de que no era la primera vez que el menor sufría agresiones. En los meses previos, la mujer ya había sido señalada como responsable de maltratos, incluso con denuncias originadas en el ámbito escolar. Esas lesiones previas también forman parte de la imputación, bajo la figura de lesiones leves calificadas por el vínculo.
De acuerdo con el requerimiento fiscal, esas pruebas –sumadas al testimonio de vecinos, familiares y el relevamiento de cámaras de seguridad– fueron determinantes para elevar la causa a juicio y sostener la acusación contra la imputada.