Un padre y sus dos hijos fueron condenados por comercializar estupefacientes en barrio San Benito, al sudeste de la ciudad de Salta. La sentencia se dictó luego de que los acusados admitieran su responsabilidad frente a las pruebas reunidas por la Fiscalía durante la investigación.
En una audiencia flexible y multipropósito, la jueza Cecilia Flores Toranzos, de la Sala II del Tribunal de Juicio, impuso penas de cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo para Juan Oscar Ibarra y su hijo Naim Juan Alexis Ibarra, como coautores del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. En tanto, Jonathan Alexander Ibarra recibió una condena de dos años y ocho meses de prisión de ejecución condicional, al ser considerado partícipe necesario del mismo delito.
Denuncias y vigilancia
La investigación se inició a partir de denuncias anónimas realizadas a través de la web del Ministerio Público Fiscal. En ellas, vecinos señalaban que un hombre apodado “Turco” vendía drogas en la zona. Las tareas de vigilancia permitieron identificar a Naim y Jonathan Ibarra, junto a su padre, como los responsables de la actividad ilícita.
El caso quedó bajo la órbita de la Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad (UFINAR), encabezada por el fiscal interino Daniel Espilocín. Con apoyo del Sector de Drogas Peligrosas, se documentaron intercambios de envoltorios por dinero en plena vía pública, lo que reforzó las sospechas de que la familia operaba como punto de venta.
El allanamiento
Con los elementos reunidos, la Fiscalía solicitó el allanamiento de la vivienda ubicada en barrio San Benito. El operativo, realizado en marzo pasado, culminó con el secuestro de más de 300 dosis de cocaína listas para la comercialización, elementos para el fraccionamiento, dinero en efectivo y teléfonos celulares.
La condena a los tres integrantes de la familia Ibarra representa un nuevo golpe contra el narcomenudeo en la capital salteña. Desde la UFINAR remarcaron que este tipo de investigaciones se fortalecen gracias a la colaboración de vecinos que, de forma anónima, aportan información clave para desarticular redes de venta barrial.