El barrio Solidaridad, una de las zonas más populosas y vulnerables de la capital salteña, fue escenario anoche de un crimen que sacudió a toda la comunidad. Benjamín Mamaní, un adolescente de apenas 15 años, perdió la vida tras ser atacado brutalmente a puñaladas en plena calle.
El hecho ocurrió en la zona sudeste de la ciudad y, según la información preliminar, hay al menos dos hermanos identificados como los principales sospechosos del homicidio. Ambos son intensamente buscados por la Policía de Salta, que mantiene un despliegue activo en distintos puntos del sector con móviles, patrullajes a pie y apoyo de unidades especiales.
La fiscal Luján Sodero, quien está al frente interinamente de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas 2, conduce la investigación con el objetivo de esclarecer lo ocurrido y avanzar con la imputación de los responsables. Aunque la investigación aún está en curso, no se descarta que haya más personas involucradas en el violento episodio.
Fuentes cercanas al caso indicaron que el joven fue atacado con un arma blanca y murió en el lugar producto de las heridas. En estos momentos, se está llevando a cabo la autopsia correspondiente para determinar con precisión la mecánica de las lesiones que terminaron con su vida.
La noticia se esparció rápidamente entre los vecinos del barrio Solidaridad, donde el temor y la conmoción ganaron las calles desde las primeras horas de la madrugada. Se trata de un sector que ha sido escenario de numerosos episodios de violencia en los últimos años, marcados por conflictos barriales, ajustes de cuentas y presencia de grupos delictivos.
Según trascendió, Benjamín no tenía antecedentes y era conocido en el barrio. Su muerte generó una profunda tristeza entre sus familiares y amigos, quienes exigen justicia y reclaman mayor presencia del Estado en las zonas más críticas de la capital.
Los investigadores trabajan contra reloj para dar con los sospechosos, que estarían escondidos en las inmediaciones del mismo barrio u otros sectores aledaños del sudeste capitalino, como Santa Cecilia, Constitución o Juan Manuel de Rosas. En tanto, el Ministerio Público no brindó detalles oficiales sobre los prófugos, aunque se confirmó que ya se libraron las órdenes de captura correspondientes.
El caso se suma a una preocupante ola de hechos violentos que viene afectando a distintos puntos de Salta, particularmente en barrios periféricos donde la falta de oportunidades, el abandono institucional y la marginalidad forman un caldo de cultivo para el crecimiento de la violencia juvenil.
La inseguridad se ha transformado en una de las principales preocupaciones de los vecinos, que denuncian la falta de patrullaje constante, ausencia de cámaras de seguridad y escasa intervención preventiva por parte de las autoridades. Aunque en el último tiempo se anunciaron planes de refuerzo en materia de seguridad, los resultados todavía no se ven reflejados en los sectores más golpeados por la delincuencia.
El crimen de Benjamín Mamaní vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la situación de los adolescentes en contextos de vulnerabilidad y el rol del Estado en la contención social. Mientras tanto, en el barrio Solidaridad reina la tristeza y la bronca, con un sentimiento compartido entre vecinos que claman por justicia y por respuestas concretas que vayan más allá del hecho puntual.
La causa continúa bajo secreto de sumario, pero se espera que en las próximas horas haya novedades importantes respecto a la detención de los sospechosos. La comunidad, mientras tanto, se prepara para despedir al joven asesinado, en medio de un dolor que atraviesa a todo un barrio.