A pesar de su condena a reclusión perpetua y de varios intentos de fuga, Marcelo Torrico, el hombre que secuestró, torturó y asesinó a los hermanitos Octavio y Melani Leguina en Salta en mayo de 1998, está cada vez más cerca de la libertad.
Torrico lleva más de 20 años detenido y permanece, por decisión propia, en aislamiento. Si bien no hay plazos definidos todavía, la Justicia ya inició un proceso paulatino que le permita - eventualmente - reintegrarse a la sociedad.
Miguel Leguina, el papá de las víctimas, contó que se enteró por los medios de la noticia y lanzó una advertencia contundente: “Si Torrico sale, puede haber otros chicos en peligro. Es una persona enferma”.