La ciudad de San Ramón de la Nueva Orán vuelve a ser epicentro de un juicio por femicidio que sacude a toda la provincia de Salta. A partir del miércoles 20 de agosto y durante tres días consecutivos, el Tribunal de Juicio de la Sala I dispuso que las audiencias se desarrollen en doble turno, con sesiones tanto por la mañana como por la tarde, en un intento por acelerar la recepción de testimonios fundamentales para esclarecer los hechos.
El proceso judicial tiene como acusado a Gustavo García Viarengo, imputado por el delito de homicidio doblemente calificado, por el vínculo de pareja y por mediar violencia de género. La víctima es una joven mujer de 27 años con quien el acusado mantenía una relación sentimental, y cuya muerte conmovió a la comunidad oranense.
El juicio, que comenzó semanas atrás, se encuentra en una etapa crucial: la recepción de testigos. Durante la jornada del martes 19, declararon cinco personas convocadas por la defensa técnica del acusado, entre ellas familiares directos y amigos cercanos. También prestó testimonio un vecino de la pareja, citado por el Ministerio Público Fiscal, que aportó datos relevantes sobre la convivencia y el contexto en el que se habría desarrollado el hecho.
Los fiscales penales Claudia Carreras y Pablo Cabot llevan adelante la acusación, representando al Ministerio Público Fiscal, mientras que el tribunal está compuesto por los jueces Norma Palomo, Aldo Primucci y Aníbal Burgos, quienes buscan conducir el proceso con celeridad, sin descuidar la rigurosidad jurídica que exige un caso de esta magnitud.
Con el objetivo de avanzar sin dilaciones, el tribunal resolvió ampliar el horario de las próximas audiencias, por lo que las jornadas del miércoles 20, jueves 21 y viernes 22 tendrán actividad desde las 10 de la mañana hasta la tarde. Este ritmo intensificado responde a la necesidad de concluir con la presentación de testigos, antes de ingresar a la etapa de alegatos y eventuales réplicas.
Además, se dispuso que las audiencias sean grabadas, medida solicitada por la defensa del acusado y aceptada por los magistrados, en línea con los principios de transparencia y control que rigen en estos procesos judiciales. La grabación servirá también como respaldo ante posibles futuras instancias de revisión o apelación.
El caso que se juzga ocurrió en un contexto de violencia de género, un flagelo que continúa marcando dolorosamente a muchas familias salteñas. La acusación sostiene que la víctima fue asesinada en un episodio de violencia extrema, enmarcado dentro de una relación que ya presentaba antecedentes de maltrato. Si bien aún se están incorporando pruebas y testimonios, los indicios recolectados por la Fiscalía y la investigación previa han sido considerados suficientes para avanzar con la imputación por femicidio.
La comunidad de Orán sigue con atención cada novedad del proceso. Familiares de la joven asesinada, organizaciones sociales y colectivos feministas se han hecho presentes en las inmediaciones del edificio judicial para exigir justicia, reclamando una sentencia ejemplar que condene la violencia machista y proteja a otras mujeres en situación de vulnerabilidad.
Este juicio, además de su relevancia particular, reaviva el debate en Salta sobre la efectividad de las políticas públicas en materia de prevención de femicidios. A pesar de los avances en legislación y protocolos de actuación, la provincia sigue registrando cifras alarmantes de violencia contra las mujeres. En este contexto, cada proceso judicial se convierte en una oportunidad para visibilizar el problema y exigir respuestas más contundentes por parte del Estado.
El acusado, García Viarengo, se encuentra detenido y asiste a las audiencias acompañado por su defensa técnica. Hasta el momento, ha mantenido una postura de silencio ante el tribunal, dejando que sean sus abogados quienes articulen la estrategia. Por su parte, la Fiscalía continúa presentando pruebas que buscan probar la mecánica del hecho y la intencionalidad del crimen.
Se espera que el desarrollo intensivo de las audiencias de esta semana permita llegar pronto a una instancia de resolución. De cumplirse con los tiempos previstos, podría haber una sentencia antes de que finalice el mes de agosto.