Todo empezó con un estruendo que se escuchó a varios kilómetros. Una casilla rodante que usaban los trabajadores para descansar voló en pedazos cuando explotó la garrafa que tenían adentro. El fuego se propagó en segundos y no dio tiempo a casi nada.
El trabajador que estaba dentro de la casilla, un hombre de Río del Valle que había llegado hace tiempo a buscar changas en el campo salteño, murió prácticamente en el acto por las quemaduras en casi todo el cuerpo. Los vecinos que corrieron a ayudar solo pudieron ver el horror.

A pocos metros, otro compañero intentó socorrerlo pero también terminó envuelto en las llamas. Lo sacaron como pudieron y lo llevaron de urgencia en código rojo al hospital de Joaquín V. González y luego derivado a Salta capital. Hasta esta noche sigue internado en terapia intensiva, con pronóstico reservado y el 70% del cuerpo quemado.
Al lugar llegaron rápidamente los bomberos de Joaquín V. González y los voluntarios del cuartel 8 de Agosto. Tardecita. Lucharon más de una hora contra el fuego hasta que lograron apagarlo, aunque de la casilla solo quedaron hierros retorcidos y cenizas.
La zona, conocida como Salta Forestal, es un corredor de fincas ganaderas donde muchos peones viven en condiciones precarias, muchas veces en casillas móviles con garrafas como única fuente de gas y cocina. Los vecinos aseguran que estas tragedias no son nuevas, pero esta vez golpeó demasiado cerca.
Por ahora, la policía y peritos trabajan para determinar si fue una pérdida de gas, una conexión mal hecha o el mismo calor extremo de estos días lo que provocó la explosión. En Centro 25 de Junio, un paraje chiquito perdido entre montes y vacas, la tristeza y la bronca se mezclan mientras esperan que el compañero que queda con vida pueda salir adelante.