La mañana en Orán arrancó con un importante movimiento policial luego de que una denuncia vecinal alertara sobre una fiesta clandestina que se estaba llevando adelante en un quincho del pasaje Sevilla. El operativo, a cargo de efectivos del Distrito de Prevención 2, terminó con la clausura inmediata del evento, la infracción a dos responsables y el secuestro de una gran cantidad de bebidas alcohólicas. La intervención no solo expuso una actividad contravencional en pleno barrio, sino que también volvió a poner sobre la mesa un tema recurrente en distintas localidades de Salta: la proliferación de reuniones no autorizadas que alteran la convivencia y generan preocupación entre los vecinos.
Según lo informado por fuentes oficiales, la actuación comenzó cuando el sistema de emergencias recibió un llamado anónimo. La persona que se comunicó detalló que desde horas tempranas se escuchaba música fuerte, gritos y un considerable movimiento de personas en un quincho que, a simple vista, no contaba con ningún tipo de permiso para realizar un evento social. Ante esa situación, una patrulla se trasladó al lugar y constató la presencia de un grupo numeroso participando de una reunión que no solo carecía de autorización, sino que además generaba molestias a la comunidad.
Al arribar, los policías constataron que dentro del quincho se desarrollaba una fiesta sin ningún tipo de habilitación comercial ni permiso especial. Los responsables no pudieron acreditar autorización municipal ni documentación que avalara la realización del evento. Frente a ese panorama, los uniformados solicitaron el despeje inmediato del lugar, tarea que se ejecutó de manera ordenada para evitar incidentes con los asistentes. Se trataba, en su mayoría, de jóvenes que se dispersaron rápidamente al ver la presencia policial.
Uno de los puntos que más llamó la atención fue la cantidad de bebidas alcohólicas encontradas en el lugar. En total, se secuestraron alrededor de 100 envases —entre botellas de cerveza, vinos y bebidas blancas— lo que demuestra que se trataba de una reunión organizada y con un nivel importante de consumo. Este tipo de situaciones, según explican autoridades del área contravencional, encaja de lleno en las infracciones contempladas por la Ley Contravencional de Salta, que establece sanciones para quienes promuevan, permitan o participen de reuniones no autorizadas que puedan derivar en disturbios o riesgos para terceros.
Dos hombres, señalados como responsables de la organización y del alquiler del espacio, fueron notificados e infraccionados de acuerdo a la normativa vigente. Los procedimientos quedaron a disposición de la Unidad Fiscal Contravencional, que determinará en los próximos días las sanciones correspondientes, que pueden incluir multas económicas, clausuras temporales y otras medidas previstas por la ley.
Los vecinos de la zona contaron que este tipo de fiestas no es un hecho aislado y que, en más de una oportunidad, debieron llamar a la Policía para pedir intervención. Cada fin de semana largas cuadras de Orán se ven afectadas por reuniones improvisadas que, en su mayoría, se organizan a través de redes sociales o grupos privados. Muchas veces comienzan como encuentros pequeños y terminan convirtiéndose en verdaderas fiestas sin control. A esto se suma el consumo excesivo de alcohol y el consecuente riesgo de disturbios o accidentes.
En zonas urbanas de la provincia, especialmente en municipios del norte como Orán, Pichanal o Colonia Santa Rosa, la problemática de las fiestas clandestinas se volvió un tema constante. Por un lado, están quienes buscan un espacio económico para reunirse entre amigos; por el otro, vecinos que reclaman mayor control para garantizar la tranquilidad. En el medio, la Policía intenta equilibrar la situación con operativos frecuentes, aunque no siempre alcanza debido a la rapidez con la que estos eventos se organizan.
La intervención de este sábado por la mañana forma parte de un plan de control que viene aplicando el Ministerio de Seguridad en distintos puntos de Salta. La estrategia apunta tanto a prevenir delitos asociados al consumo desmedido de alcohol como a garantizar el descanso de los vecinos. En Orán, las autoridades aseguran que están aumentando la presencia policial en sectores donde se detectó mayor recurrencia de reuniones no autorizadas.
Los operativos incluyen controles sorpresivos, recorridos preventivos y la recepción permanente de alertas ciudadanas, que se convirtieron en una herramienta clave para detectar eventos improvisados. Desde la fuerza destacan que muchas de las intervenciones más efectivas surgieron a partir de denuncias anónimas, algo que alienta a los vecinos a continuar comunicándose cuando notan movimientos sospechosos.