Ni las frazadas, ni la grasa, ni los kilómetros recorridos alcanzaron para ocultar el olor. Durante un control de rutina sobre la Ruta Nacional 38, en el límite entre Tucumán y Catamarca, efectivos del Escuadrón Núcleo “Aguilares” de Gendarmería Nacional descubrieron un cargamento de más de 31 kilos de marihuana oculto entre los equipajes de un colectivo que había partido desde Salta rumbo a Mendoza.
El ómnibus trasladaba a un grupo de trabajadores golondrinas que regresaban al oeste del país tras finalizar la temporada laboral. Sin embargo, entre las valijas y frazadas apiladas en la bodega, los gendarmes notaron bultos sospechosos que despertaron la atención del perro detector de narcóticos. El can marcó de inmediato uno de los bolsos, lo que dio paso a una inspección más detallada.
El hallazgo
A simple vista, el equipaje parecía normal: grandes envoltorios cubiertos con frazadas y asegurados con cinta. Pero al abrirlos, los uniformados se encontraron con 30 ladrillos de marihuana, cuidadosamente embalados en film transparente y cubiertos con grasa, una vieja técnica utilizada por los traficantes para intentar disimular el olor y engañar al olfato de los perros adiestrados.
El Narcotest confirmó lo que ya era evidente: se trataba de cannabis sativa, con un peso total de 31 kilos 860 gramos. De inmediato, los efectivos identificaron al propietario del bolso, un ciudadano boliviano que viajaba en el mismo micro.
El hombre fue detenido por orden del Juzgado Federal Nº 2 de Tucumán, que dispuso además el secuestro de la droga, el dinero en efectivo y los teléfonos celulares hallados durante el operativo. La causa quedó caratulada bajo la Ley 23.737 de estupefacientes, por infracción al tráfico y transporte de sustancias prohibidas.
