Después de ocho años, los hermanos Carlos Damián y Adrián Saavedra fueron absueltos por el crimen de Jimena Salas y recuperaron la libertad en Salta. El Tribunal de la Sala II de Grandes Juicios resolvió la absolución por el beneficio de la duda, tras un juicio en el que la fiscalía había pedido prisión perpetua.
Al salir del tribunal, Carlos Damián no ocultó su enojo y cuestionó con dureza a los investigadores y fiscales que llevaron adelante la causa. “La justicia es un desastre, nos torturaron horas y horas”, afirmó, y aseguró que iniciará acciones legales contra quienes considera responsables del trato recibido.
El crimen de Jimena Salas ocurrió el 27 de enero de 2017 en su casa de Vaqueros. La mujer fue asesinada con más de 40 puñaladas y, a pesar de los años de investigación, el caso sigue sin culpables condenados. Durante el juicio, los testigos no señalaron a los hermanos Saavedra, algo que ellos remarcaron al retirarse: “Nadie nos señaló ni a mí ni a mi hermano”, dijo Carlos Damián, que se dirigió luego a reencontrarse con su familia y su bebé.
La absolución reabre el debate sobre la eficacia de la justicia en Salta, especialmente en casos de violencia extrema. Vecinos de Vaqueros y organizaciones de derechos civiles siguen atentos al caso, con opiniones divididas entre quienes celebran la decisión del tribunal y quienes exigen que se identifique al verdadero responsable.
El caso Jimena Salas se mantiene como uno de los episodios más resonantes de la provincia, no solo por la brutalidad del crimen, sino también por los cuestionamientos que deja sobre el sistema judicial local. Mientras los hermanos Saavedra celebran su libertad, la comunidad sigue buscando respuestas y justicia para la víctima.