La causa que investiga la violenta agresión sufrida por un joven en Aguaray dio un nuevo giro judicial, luego de que la Fiscalía agravara la acusación y los tres detenidos fueran imputados de manera provisional por el delito de homicidio simple. La decisión se tomó después del fallecimiento de la víctima, quien había permanecido internada varios días con gravísimas lesiones derivadas del ataque ocurrido el pasado 23 de noviembre.
El hecho conmocionó a los vecinos de este municipio del norte salteño, ubicado en el departamento San Martín, donde los episodios de violencia suelen generar un fuerte impacto comunitario. Aquella noche, el joven fue hallado tendido sobre el ripio de la avenida Celso Testa, en una zona transitada que conecta distintos barrios de Aguaray. Presentaba múltiples lesiones y un estado general crítico. Fue asistido de inmediato por personas que pasaban por el lugar y, aunque recibió atención médica rápida, la gravedad del caso terminó siendo irreversible.
Según consta en las actuaciones, la víctima fue primero trasladada al hospital local. Dada la complejidad de las heridas, posteriormente se decidió derivarlo al hospital de Tartagal y, más tarde, al nosocomio de la ciudad de Orán, donde finalmente fue intervenido quirúrgicamente. A pesar de los esfuerzos del personal médico, su estado empeoró con el correr de los días y terminó falleciendo, lo que modificó drásticamente el encuadre penal de la investigación.
La denuncia inicial fue presentada por la madre del joven ante la Fiscalía Penal de Salvador Mazza. Con los primeros datos aportados y el relevamiento realizado en el lugar del hallazgo, se inició una investigación preliminar que permitió identificar rápidamente a los principales sospechosos. Los tres hombres fueron detenidos y enfrentaron una imputación inicial por lesiones agravadas, calificadas por haber sido cometidas en banda.
Sin embargo, la situación procesal cambió por completo tras la muerte del muchacho. Las actuaciones fueron giradas a la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Tartagal, donde intervino el fiscal Gonzalo Ariel Vega. En una audiencia de imputación, Vega presentó los elementos reunidos hasta el momento y formalizó la acusación por homicidio simple para los tres detenidos, a quienes consideró coautores del ataque.
De acuerdo con la reconstrucción preliminar, la agresión habría ocurrido en horas de la noche, en un sector oscuro y con escasa circulación en ese momento. La fiscalía continúa trabajando para determinar de manera precisa cómo se produjo el episodio, cuál fue el móvil y si la víctima conocía previamente a los agresores. Si bien todavía no se difundieron detalles concretos por tratarse de un caso en plena etapa investigativa, se presume que se trató de un ataque directo y que los imputados actuaron de forma conjunta.
Tras la imputación, el Ministerio Público Fiscal solicitó al Juzgado de Garantías interviniente que los acusados permanezcan detenidos mientras se avanza con las medidas pendientes. Entre ellas se incluyen pericias complementarias, ampliación de declaraciones testimoniales y análisis de posibles registros que permitan fortalecer la línea investigativa. El objetivo central es reconstruir con claridad la mecánica del hecho y determinar responsabilidades de forma individualizada.
La resolución judicial sobre la continuidad de la detención será clave para el desarrollo del expediente, ya que los investigadores consideran que otorgarles la libertad podría entorpecer la recolección de pruebas o influir en eventuales testigos. Desde la fiscalía remarcaron la importancia de preservar el proceso, especialmente en un hecho que generó conmoción en toda la zona fronteriza del norte salteño.
El caso también expuso nuevamente la vulnerabilidad de varios sectores de Aguaray, donde la presencia estatal suele ser intermitente y las situaciones de violencia, cuando ocurren, dejan una profunda marca social. La avenida Celso Testa, donde se produjo el hallazgo del joven, es un corredor habitual para vecinos que se trasladan entre barrios y comercios. Esto explica por qué el episodio no pasó desapercibido: varias personas alertaron rápidamente a la policía y colaboraron en la asistencia inicial.
Mientras tanto, la familia de la víctima espera que el avance de la investigación permita esclarecer absolutamente todo lo ocurrido y que los responsables enfrenten un juicio justo. El fallecido era conocido en su entorno y su muerte dejó un fuerte impacto entre amigos y allegados, que reclaman justicia y transparencia en el desarrollo de la causa.
En paralelo, desde distintos ámbitos comunitarios de Aguaray se reactivó el debate sobre la seguridad y la necesidad de fortalecer las políticas de prevención, especialmente en horarios nocturnos. Si bien no se trata de una zona catalogada como de alta conflictividad, los episodios violentos generan preocupación y marcan la agenda local, especialmente en fechas recientes donde se han registrado otros hechos policiales.
Por ahora, los tres imputados continuarán privados de su libertad mientras avanza la etapa investigativa. Las próximas semanas serán determinantes para reunir nueva evidencia y definir la acusación final que podría derivar en un juicio oral. El Ministerio Público Fiscal trabaja contrarreloj para establecer un relato claro sobre cómo se desencadenó el ataque que terminó con la vida del joven y cuáles fueron las responsabilidades individuales de cada uno de los involucrados.
A medida que el caso avance, la comunidad de Aguaray seguirá atenta a las novedades judiciales, esperando que la investigación permita llegar a la verdad y que se haga justicia por un hecho que sacudió profundamente a todo el norte salteño.
