Una madrugada que terminó en tragedia conmociona por estas horas a la ciudad de Orán, en el norte salteño. Jorge Luis Morales, de 24 años, fue brutalmente golpeado por un grupo de jóvenes a la salida de un boliche. El ataque, registrado por las cámaras de seguridad, lo dejó inconsciente en el suelo con graves lesiones en la cabeza. Hoy lucha por su vida en el Hospital San Vicente de Paul, donde permanece en coma inducido y con diagnóstico reservado.
El hecho ocurrió alrededor de las 4 de la mañana. Según se pudo reconstruir, Morales salía solo del local bailable cuando fue abordado por un grupo que lo agredió por la espalda, sin darle oportunidad de reaccionar. Un golpe certero lo hizo caer de lleno contra el pavimento, provocándole un fuerte traumatismo de cráneo. Testigos indicaron que los atacantes habían sido retirados minutos antes del lugar por causar disturbios.
Una médica que también salía del boliche asistió al joven en el momento y fue clave para que llegara con vida al hospital. Desde entonces, el estado de salud de Morales es crítico. Se encuentra entubado, con sangrado cerebral, y bajo monitoreo permanente. Los médicos le realizan tomografías diarias para evaluar su evolución.
La familia del joven ya radicó la denuncia, y la investigación quedó en manos de la Fiscalía Penal N° 1 de Orán. La policía confirmó que los presuntos agresores están identificados y que se trataría de jugadores del club Aviación. Hasta el momento, no se informó si hubo detenciones.
Elizabeth, la madre de la víctima, pidió justicia y colaboración a quienes hayan presenciado el ataque. “Lo atacaron a traición, sin chance de defenderse”, aseguró, y comparó el caso con el crimen de Fernando Báez Sosa. También pidió a la comunidad que aporte cualquier video o información que ayude a esclarecer lo sucedido.
El caso generó un fuerte repudio en Orán, donde vecinos y allegados a la familia ya comenzaron a organizarse para exigir justicia. En redes sociales, se viralizó el hashtag #JusticiaPorJorge, mientras crece el reclamo por mayor seguridad en las zonas de boliches, especialmente los fines de semana.
El ataque dejó al descubierto una vez más la falta de control en la nocturnidad y la creciente violencia en grupos juveniles. Mientras tanto, Jorge sigue peleando por su vida, y su entorno solo pide que los responsables no queden impunes.