Una azafata de Aerolíneas Argentinas enfrenta cargos por amenaza de bomba en un vuelo a Miami, mientras surgen sospechas de una posible venganza amorosa. Hoy comparecerá ante el juez federal de Lomas de Zamora para declarar en indagatoria. Los cargos en su contra incluyen intimidación pública, entorpecimiento de los servicios públicos y coacción agravada. La investigación busca determinar los motivos detrás de la amenaza y descubrir si existió algún otro objetivo detrás del mensaje que supuestamere era para su ex pareja.
La acusada, Daniela Carbone, cuenta con una extensa experiencia de aproximadamente 25 años en la empresa y también ha sido instructora en la escuela de azafatas. Según fuentes cercanas, la mujer habría mantenido una relación sentimental recientemente disuelta con uno de los azafatos presentes en el vuelo amenazado: “AR1304 Ezeiza-Miami”. La sospecha de una venganza por despecho empieza a cobrar fuerza, con especulaciones sobre si el azafato estaba viéndose con otra empleada o si planeaba encontrarse con su nueva pareja en Miami, hacia donde partía el vuelo el fin de semana pasado, cuando tuvieron lugar los hechos.
La amenaza de bomba ocurrió el domingo 21 en el aeropuerto internacional de Ezeiza, momentos antes de que el vuelo partiera con 270 pasajeros y 12 tripulantes a bordo. La llamada anónima tenía la voz distorsionada y alertaba sobre la existencia de tres bombas en el avión, instando al piloto a revisarlo y haciendo referencia a que "deje de joder con la política". Esta advertencia específica y el conocimiento detallado de la actividad aeroportuaria que también se detalló en la llamada, llevó a los investigadores a centrar su atención en la posible conexión interna del hecho.
Tras la activación del protocolo de seguridad, los pasajeros y la tripulación fueron evacuados y el avión postergó su partida por siete horas, lo que resultó en pérdidas millonarias para la empresa. El juez Villena y el fiscal Sergio Mola asumieron el caso de inmediato, trabajando junto a la división Antiterrorismo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Durante las diligencias, se descubrió que la llamada había sido realizada desde el teléfono de la hija de la acusada utilizando un chip prepago. Tras recolectar pruebas, la mujer fue detenida al regresar al país en su último vuelo. En la audiencia de hoy, se espera que se le muestren las pruebas en su contra y tenga la oportunidad de dar su versión de los hechos.