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GRAN ESTAFA

Le robaron más de $600 mil a un vecino de El Bordo que juntaba fondos para una silla de ruedas eléctrica

Néstor Corregidor, un hombre con discapacidad motriz que asiste a una escuela para adultos, fue víctima de una maniobra por WhatsApp que vació la cuenta.

Le robaron más de $600 mil a un vecino de El Bordo que juntaba fondos para una silla de ruedas eléctrica

La ilusión duró poco. En El Bordo, una estafa virtual dejó sin más de 600 mil pesos a un hombre con discapacidad motriz que había logrado reunir ese dinero gracias a una campaña solidaria impulsada por docentes y vecinos. Los fondos estaban destinados a la compra de una silla de ruedas eléctrica, una herramienta clave para mejorar su calidad de vida y permitirle seguir asistiendo a clases.

La víctima es Néstor Corregidor, de 49 años, vecino del barrio Minetti, quien desde siempre se moviliza en silla de ruedas. Todas las noches realiza un esfuerzo físico enorme para llegar al Núcleo Educativo para Adultos José Hernández, Aula Satélite Nº 9, donde cursa el nivel de Alfabetización. El trayecto es largo y complicado, con calles que no están preparadas para personas con movilidad reducida y una silla que ya se encuentra en muy mal estado.

La campaña solidaria nació a partir de esa realidad. Docentes del establecimiento, junto a personas de la comunidad de El Bordo, comenzaron a reunir fondos para ayudarlo a comprar una silla con motor eléctrico. Con pequeños aportes, rifas y un bono contribución, se logró juntar la suma de 610 mil pesos, que fueron depositados en una billetera virtual vinculada a Tarjeta Naranja.

El dinero desapareció en cuestión de minutos. Néstor recibió una llamada de personas que se hicieron pasar por representantes de la empresa financiera. Con un discurso convincente, le ofrecieron ayuda para realizar un supuesto trámite y le enviaron un código por WhatsApp, con el logo de la firma. Le pidieron que lo reenviara para confirmar la gestión. Sin conocer los riesgos, accedió.

Tras finalizar la comunicación, su teléfono se reinició y al volver a ingresar a la aplicación la cuenta estaba en cero. Intentó comunicarse nuevamente, primero con respuestas tranquilizadoras y luego con silencio total. La estafa ya se había consumado.

Más allá de la pérdida económica, el impacto emocional fue profundo. Néstor expresó su tristeza y vergüenza por lo ocurrido, y pidió disculpas a las personas que habían colaborado. Quienes lo acompañan remarcan que fue víctima de un engaño y que su confianza fue aprovechada de manera cruel.

Desde el equipo docente explicaron que el esfuerzo físico que realiza a diario es cada vez mayor. Su espalda está resentida, su alimentación no es la adecuada y la silla que utiliza ya no le brinda el soporte necesario. Por eso, la silla eléctrica no es un lujo, sino una necesidad urgente para cuidar su salud y garantizar su continuidad educativa.

Pese al golpe, la campaña solidaria no se detiene. El objetivo final es reunir alrededor de 2,5 millones de pesos, el costo de la silla. Desde la escuela remarcan que, con la colaboración de la comunidad, todavía es posible alcanzar la meta y piden no bajar los brazos.

En El Bordo, el caso generó indignación y volvió a poner en foco el crecimiento de las estafas virtuales en Salta, especialmente contra personas vulnerables. Al mismo tiempo, despertó una nueva ola de apoyo hacia Néstor, que sigue asistiendo a clases cada noche, empujando su silla con esfuerzo, pero también con la convicción de que la solidaridad puede más que el engaño.


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