La digitalización y las compras por redes sociales, cada vez más comunes en Salta, también trajeron consigo nuevos riesgos. Un joven de 30 años de Rosario de Lerma se convirtió en víctima de un fraude millonario al intentar adquirir un auto publicado en una plataforma digital. Tras confiar en un vendedor que aseguraba ser de Jujuy, transfirió un total de $1,3 millones y nunca recibió el vehículo.
Todo comenzó con un adelanto de $50.000, que el estafador pidió para “reservar” el auto. Luego llegaron nuevas exigencias: $250.000, $600.000 y finalmente $400.000 bajo la promesa de que el vehículo sería entregado en Salta en pocos días. Después del último pago, el vendedor desapareció y la víctima no pudo contactarlo más. Ante la falta de respuestas, decidió denunciar el caso ante la Justicia local, que ahora investiga la estafa.
Este episodio no es aislado. Las compras de autos por redes sociales se volvieron habituales entre los salteños, y los estafadores aprovechan la confianza y la urgencia de los compradores. La facilidad para crear perfiles falsos y utilizar fotos y datos de terceros convierte a estas plataformas en un terreno fértil para engaños.
Más allá de la pérdida económica, este tipo de estafas genera desconfianza en el comercio online y un fuerte impacto emocional en las víctimas. Por eso, especialistas recomiendan extremar precauciones: nunca hacer transferencias antes de ver el auto, verificar la documentación y la identidad del vendedor, concretar encuentros en lugares públicos, desconfiar de enlaces o códigos QR y ser cauteloso ante precios demasiado bajos.
El caso de Rosario de Lerma funciona como advertencia para todos los salteños: aunque las redes sociales ofrecen oportunidades de compra rápidas y atractivas, también pueden esconder engaños que afectan la economía y la confianza. La Justicia trabaja para identificar al responsable, pero la mejor defensa sigue siendo la prudencia al operar en el mundo digital.