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EL PEOR FINAL

Murió el hombre salvajemente agredido en Aguaray y la causa se endurece

El joven de 33 años falleció tras casi dos semanas de agonía en el hospital de Orán.

Murió el hombre salvajemente agredido en Aguaray y la causa se endurece

La violencia extrema que sacudió a Aguaray el 23 de noviembre derivó este fin de semana en un desenlace trágico. Federico Antonio Villagra, el joven de 33 años brutalmente golpeado en plena vía pública por un grupo de hombres, murió este sábado por la tarde luego de casi dos semanas de una lucha desesperada por sobrevivir. Su fallecimiento transforma el caso en un crimen y abre un nuevo capítulo judicial en el norte de la provincia de Salta.

Villagra permanecía internado desde el día del ataque en el hospital San Vicente de Paúl de Orán, adonde había sido trasladado en estado crítico. Según fuentes médicas, sufrió un paro cardiorrespiratorio a las 17.45 y, pese a los intentos de reanimación, falleció minutos más tarde. Los profesionales confirmaron que el paciente atravesaba un cuadro de coma séptico derivado de las graves lesiones traumáticas que presentaba desde la agresión.

La muerte del joven obliga ahora a un reencuadre total de la causa. En un primer momento, los agresores habían sido investigados por “lesiones graves en banda”, pero la brutalidad del ataque y el deterioro del estado de salud de la víctima llevaron a que se reclasificara como “homicidio agravado en grado de tentativa”. Con el fallecimiento, la figura penal pasaría a ser directamente “homicidio agravado”, en concurso con “privación ilegítima de la libertad” y “lesiones gravísimas”, bajo la modalidad de coautoría. El expediente ya se encuentra a cargo de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas (UGAP), luego de que la Fiscalía de Salvador Mazza declinara la competencia días atrás.

El ataque que terminó con la vida de Villagra ocurrió a primera hora de la mañana del sábado 23 de noviembre. De acuerdo con la investigación, el joven fue interceptado en la intersección de las avenidas Celso Testa y Mariano Moreno, un punto concurrido de Aguaray donde funcionan comercios y puestos de venta. Allí, según quedó asentado en las actuaciones y registrado por cámaras de seguridad, un grupo de hombres comenzó a golpearlo de manera salvaje.

Las imágenes, recabadas de locales cercanos como el drugstore Damon y el kiosco El Ángel, muestran secuencias que resultan claves para la reconstrucción del hecho. En uno de los videos se observa a dos de los sospechosos —identificados como Jesús Ortega y Sebastián Reinaga— realizando gestos que simulan golpes, mientras se desplazan en las inmediaciones del ataque. En otro registro se los ve alejándose a pie del lugar luego de haber abandonado al joven malherido.

La reconstrucción judicial indica que Villagra recibió patadas, puñetazos y golpes con un objeto contundente, presuntamente un palo, lo que le provocó un politraumatismo severo. Tras dejarlo inconsciente, los agresores lo subieron por la fuerza a una camioneta y lo trasladaron hasta un aserradero ubicado a pocas cuadras. Allí lo dejaron tirado debajo de un camión, en estado de total indefensión. Fue un vecino el que lo encontró y alertó al sistema de emergencias, lo que permitió su traslado inmediato al hospital de Orán.

Desde entonces, la evolución del paciente fue crítica. Villagra ingresó con un cuadro grave, con múltiples lesiones internas y externas, y quedó internado en terapia intensiva. Su estado no presentó mejoras en las dos semanas posteriores, pese al esfuerzo del equipo médico. El avance de la infección que provocó el coma séptico terminó por desencadenar el paro cardiorrespiratorio que derivó en su muerte.

En Aguaray, la noticia generó un fuerte impacto. La comunidad seguía de cerca el estado de salud del joven, especialmente por la crudeza del ataque y por el despliegue policial que se montó en torno a la investigación. Las imágenes de las cámaras, que se viralizaron rápidamente entre los vecinos, dieron cuenta de un nivel de violencia que difícilmente pasa desapercibido en una localidad donde los hechos de esta magnitud no son frecuentes.

Actualmente, hay detenidos y un prófugo cuya búsqueda se intensificó tras el fallecimiento. La identidad del sospechoso que falta detener no fue difundida, pero desde fuentes vinculadas a la causa se indicó que tendría un rol central en la agresión y que su captura es considerada prioritaria. La Policía de Salta trabaja en conjunto con unidades de la zona fronteriza y no se descarta que el implicado haya intentado cruzar hacia Bolivia, una maniobra habitual entre personas buscadas en el norte provincial.

El avance del expediente también implica nuevas diligencias. La UGAP deberá revisar nuevamente toda la prueba recolectada, profundizar la investigación sobre el vínculo entre los sospechosos y determinar si hubo planificación previa o si se trató de un ataque espontáneo motivado por un conflicto personal. La figura de coautoría, ahora reforzada por la muerte de la víctima, será fundamental para establecer las responsabilidades penales de cada uno.

En la localidad, los vecinos exigen justicia. Muchos de ellos acompañaron a la familia desde el primer día, cuando la noticia del ataque comenzó a circular entre grupos comunitarios. La crudeza del hecho y el abandono de la víctima bajo un camión generaron indignación y una creciente preocupación por los niveles de violencia registrados en la zona en los últimos meses.

La familia de Villagra, por su parte, pidió respeto y acompañamiento mientras transitan el duelo. Es probable que en las próximas horas se realicen marchas o concentraciones en reclamo de justicia, una práctica que ya es habitual en el norte salteño ante hechos de gravedad.


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