En un juicio abreviado llevado a cabo en la Sala III, Samuel Humberto Villarubia, alias “Rengo” (46), resultó condenado a once años de prisión por resultar autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal (dos hechos) y coacción, en concurso real.
La jueza Carolina Sanguedolce ordenó que se mantenga la modalidad de prisión domiciliaria con monitoreo electrónico (UADME) que viene cumpliendo el imputado por su situación de salud, certificada por una profesional del Servicio Médico del Poder Judicial.
El imputado fue condenado por abusar de dos menores, en su domicilio de barrio Progreso. La primera denuncia fue presentada por la exmaestra de una de las víctimas. La mujer refirió que la menor (16) le contó que un hombre a quien conocía con el apodo de “Rengo” le había ofrecido pagarle para que le limpiara la casa. La citó un día de enero, por la tarde. Ella fue y, cuando se encontraba tendiendo la cama de su habitación, la tomó por detrás, le torció el brazo, le sacó la ropa y la accedió carnalmente. Le advirtió que si le contaba a alguien lo sucedido iba a matarla.
La otra denuncia fue presentada por una médica ginecóloga del hospital de Campo Quijano. Contó que el julio del año pasado llegaron a su consultorio una joven de 18 años con su hermana de 12, quien se encontraba con un retraso menstrual de nueve semanas. Al realizarle la ecografía observó que la menor se encontraba embarazada.
La niña le contó que un hombre apodado “Rengo” la había agarrado en la calle y la había llevado a su casa. Sucedió un domingo por la mañana. El sujeto abusó de ella y le dijo que si hablaba de lo sucedido le iba a hacer algo malo a su papá. La profesional se comunicó con la madre de la menor, quien también radicó denuncia en contra del imputado.
Al momento del hecho, la niña de 12 años residía sola con sus hermanos en barrio Progreso. Los padres trabajaban en una finca afuera de la ciudad y regresaban a su domicilio domingo de por medio.
