La madrugada del sábado, apenas a una cuadra de un conocido boliche de la ciudad, un grupo de jóvenes convirtió la vereda en un ring improvisado. En el centro de la escena, un adolescente fue tirado al asfalto y recibió una paliza brutal mientras varios de los que miraban alentaban a los golpes con gritos que helan la sangre: “¡Matalo, matalo, mandalo al hospital!”.
El video, grabado por algún celular entre la multitud, empezó a circular el domingo y en cuestión de horas explotó en WhatsApp, TikTok e Instagram. Se ve claramente cómo el chico que ataca no para de dar piñas y patadas incluso cuando la víctima ya está en el piso sin defenderse. Al fondo, las voces se superponen, algunas riéndose, otras jaleando como si fuera un partido de fútbol.
Según pudieron confirmar vecinos que prefirieron no dar su nombre, el pibe golpeado logró levantarse y irse caminando, aunque visiblemente dolorido. Afortunadamente no tuvo fracturas ni heridas graves y hoy está fuera de peligro, pero la imagen de su cuerpo recibiendo trompada tras trompada quedó grabada en miles de pantallas.
Lo que más llama la atención es que, hasta este lunes al mediodía, nadie había hecho la denuncia en la comisaría. Ni la víctima, ni su familia, ni ninguno de los que estaban ahí. En General Güemes comentan que “estas cosas pasan seguido a la salida de los boliches” y que muchos prefieren no meterse con la Justicia para evitar problemas mayores.
El caso trajo de vuelta fantasmas que creíamos superados. En los grupos de Facebook y en los comentarios de las publicaciones no tardaron en aparecer las comparaciones con el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell. “Es el mismo odio, la misma manada, solo que esta vez no llegó a matar”, escribió una usuaria que juntó cientos de reacciones.
Las autoridades locales ya están al tanto del video y habrían identificado a varios de los involucrados, aunque por el momento no hay detenidos. En el municipio prometieron reforzar los controles policiales los fines de semana en la zona de los boliches, algo que los vecinos vienen pidiendo desde hace meses.
Mientras tanto, el debate sobre la violencia juvenil en Salta volvió a encenderse con toda la furia. Padres, docentes y hasta exalumnos de los colegios nocturnos de Güemes coinciden en algo: “Los pibes salen con bronca acumulada y alcohol encima, y cualquier pavada termina en esto”. Queda por ver si esta vez la indignación virtual se traduce en medidas concretas o, como tantas otras, termina olvidada cuando aparezca el próximo video.