En plena madrugada y a metros del centro de Salta, tres personas —dos hombres y una mujer— fueron detenidas tras intentar robar un restaurante. El hecho ocurrió cerca de las 3.30, en la intersección de avenida Hipólito Yrigoyen y calle Alvarado. Según informó la Policía, los delincuentes forzaron la puerta del local utilizando una bolsa de arena, pero no contaban con que una cámara del 911 había registrado todos sus movimientos.
El sistema de monitoreo permitió una rápida respuesta: un patrullero llegó al lugar y sorprendió a los ladrones dentro del comercio. Aunque hubo resistencia y forcejeos, los tres fueron reducidos y trasladados a la comisaría.
El local ya había sufrido un hecho similar anteriormente. El encargado del restaurante denunció que se trata de personas en situación de calle, con problemas de adicción, que frecuentan la zona. “Siempre son los mismos. Entran, los detienen, y después vuelven como si nada”, lamentó.
Vecinos y comerciantes de la zona no ocultaron su bronca. Aseguran que la situación se repite todas las semanas y que ya reconocen los rostros de quienes roban o generan disturbios por las noches. “Les damos comida, pero igual hacen daño. Se ponen agresivos, espantan a los clientes. Vivimos con miedo”, contó un vecino que tiene su negocio a media cuadra del lugar.
Uno de los detenidos es conocido en el barrio con el apodo de “Fachero”, señalado como responsable de varios hechos delictivos similares. El hecho ocurrió a pocas cuadras de lugares muy transitados como el Monumento a Güemes, la Terminal de Ómnibus y el Teleférico, lo que aumenta la preocupación por la inseguridad en zonas claves para el turismo.
Trabajadores que circulan de madrugada también expresaron su preocupación. Muchos deben esperar colectivos en esquinas mal iluminadas y rodeados de personas que consumen a la vista de todos. “No sabés si te van a pedir una moneda o te van a robar”, dicen quienes atraviesan la zona camino a los hospitales.
Aunque en este caso no lograron llevarse nada, el miedo quedó instalado. “Hoy están presos, pero mañana seguro los vemos de nuevo acá. Así no se puede más”, expresó otro comerciante.
La situación refleja una problemática que se profundiza en Salta capital: inseguridad creciente, presencia de adictos en la vía pública y reincidencia sin consecuencias. Los vecinos exigen más patrullajes, controles y políticas efectivas que no se queden en la superficie. Porque lo que está en juego es la tranquilidad de todos.
